Hace un año Pascual Salvador era elegido presidente provincial de Vox en Murcia, un partido entonces intrascendente en la Región y en España, que reunía a unos 150 afiliados murcianos. Las visitas de Santiago Abascal apenas atraían a una treintena de curiosos. Hoy, Vox alcanza los 3.000 militantes y su formación aspira a todo. En su mano puede estar la llave de gobierno e incluso ,los murcianos dirán, el timón del Ejecutivo regional.