Era único en desafíos, pura adrenalina. Amante de los retos, de surcar los cielos a velocidad de avión comercial. Vince Reffet entrenaba ayer sobre el desierto de Dubai para sorprender al mundo con otra pirueta voladora cuando un accidente mortal ponía fin al sueño de este francés de 36 años que un día explicaba así cómo podía volar. Mientras se investigan las causas del accidente, el mundo despide hoy a este deportista único protagonista de hazañas imposibles.