El regreso del primer Yakuza es un acontecimiento que sin duda ayuda a los usuarios a abrir boca para el regreso de la saga con la esperada sexta entrega. Los últimos años, la serie de videojuegos ha visto su fama enaltecida por una comunidad de usuarios que se entregan a su estilo mafioso japonés y al ambiente de sus calles; todo esto tuvo su origen en el juego que nos ocupa - o mejor dicho, en su versión original para PlayStation 2 - y no se nos ocurre mejor manera de volver a "visitarlo" que con esta edición que en Oriente han compartido PS3 y PS4, y que llega con ciertas diferencias respecto al original de la generación de los 128 bits.

Aquel título llegó en diciembre de 2015, en un momento en el que la comunidad aún añoraba cierta saga abandonada tras la desaparición de 'Dreamcast: Shenmue', cuyas dos entregas se pasearon por la primera Xbox dejando a PS2 huérfana de una experiencia tan marcada por el realismo y el estilo sandbox como lo fue la (hasta entonces) saga de aventuras, acción y peleas a modo quick time event. Pero entonces, SEGA pareció reutilizar el espíritu de su título en una nueva apuesta por los sandbox y la narrativa más seria: Yakuza, que nos situaba en un entorno mafioso, de honor y de crimen organizado pero sin renunciar a combates en tiempo real (con un componente casi arcade que era capaz de enganchar al jugador) y a darnos la libertad para visitar muchas clases de establecimientos del barrio de Kamurocho, desde algunos de comida rápida hasta otros cuyo material podría ser catalogado con dos rombos.

Un nuevo comienzo para Yakuza

Pero para quien no se sitúe, vamos a explicar de qué se trata: 'Yakuza Kiwami' es un juego en tercera persona de lucha, acción y con un fuerte componente narrativo que se desarrolla en un entorno abierto y lleno de opciones. Para no perdernos, contamos con un mapa que se activa pulsando el panel táctil del mando de PS4. Lo principal a resaltar de esta nueva versión no es sino la adaptación que ha sufrido el título, adecuándose al estilo de 'Yakuza 0'; un juego que funcionó como precuela de la saga. Y es que, al lanzarse en la actualidad, ha tomado lo mejor del episodio previo, provocando la sensación de que nos encontramos ante una verdadera continuación que hace tanto la historia como el estilo de juego más actual y también accesible para el usuario. No nos cabe duda de que Kiwami está aquí para sobreescribir el título original, pero también guarda con el mismo las similitudes y respeto necesarios. No es un título con cambios realizados sin tener en cuenta las necesidades del jugador.

La lucha callejera de Kiwami

'Yakuza 0' sirvió como reinicio y sentó las bases de cuatro estilos de lucha: tenemos Brawler, Rush, Beast y Dragon. El uso de los botones, como ya sabrán los usuarios que en su momento se empleasen a fondo con 'Yakuza 0', no cambia; independientemente del estilo de lucha. Así pues, machacaremos cuadrado (golpe normal), triángulo (golpe fuerte), círculo (habilidad especial y agarrar) y X (esquivar o acelerar, en general). Por su parte, R1 y L1 cumplen las funciones de encarar al enemigo y bloquear (dentro de lo posible) los ataques.

La barra situada bajo la que muestra nuestro nivel de salud se rellena conforme ejecutamos golpes y combos de manera satisfactoria (y siempre que no seamos víctima de alguna agresión), y basta con agarrar al enemigo cuando está llena para ser testigos de una animación que demuestra la brutalidad que puede alcanzar el juego en sus escenas.

De los estilos, Brawler es el más "equilibrado", y nos ofrece una mayor movilidad y un estilo que se asemeja a la experiencia original del título en PlayStation 2. Es lo que podríamos llamar el modo "standard", y viene activado por defecto. Pero basta con utilizar los botones de dirección del mando de PS4 para elegir alguno de los otros, y esto sienta las bases de que nuestra experiencia sea abismalmente diferente. La estrategia cambia cuando entramos en el modo Rush, en el que Kazuma Kiryu da lugar a un auténtico espectáculo de velocidad. Es un tipo de lucha diferente, en el que esquivar resulta más fácil dada la agilidad de que hacemos gala, pero también está estigmatizado por la poca fuerza con la que pegamos. Por supuesto, velocidad y potencia en el golpe tratan de compensarse de esta manera.

El modo Beast es, como su nombre indica, el más "pesado". En él, los golpes son lentos pero contundentes, bloquear resulta más difícil (es lo que llamaríamos el "modo tanque") y también esquivar es una labor de auténticos reflejos. Sin embargo, en muchas ocasiones, resulta perfecto para diferentes enemigos finales, sobre todo cuando su barra de vida es grande (y lo será) y necesitamos del golpe capaz de romper su defensa y lanzarlos por los aires. Luego está el modo Dragón, probablemente el más potente y con más equilibrio en la técnica, pero este tardaremos más en hacerlo "evolucionar". Y es que Yakuza Kiwami opta por novedades a todos los niveles, y resulta más que importante resaltar la presencia continuada de Goro Majima. Explicaremos este aspecto y su repercusión argumental más adelante, pero de momento, y hablando del combate, nos quedamos con que sus repetidas apariciones (y nuestros combates contra él) nos dan la oportunidad de hacer evolucionar el citado estilo Dragón.

Un nuevo nivel de profundidad

Y es que, si en algo se diferencia Yakuza de cualquier juego de mamporros, es en su profundidad, y en la posibilidad que nos brinda de personalizar la lucha en función de nuestras habilidades. Jugar con Kiryu no es como aporrear una recreativa (o al menos no del todo) y vamos a disfrutar de largos combates en los que la preparación y el uso del entorno son básicos, pero también lo es la evolución controlada de las habilidades del personaje, que se realiza mediante paneles circulares a modo de "árboles" de habilidades. Un combate superado supone la adquisición de puntos de habilidad, al igual que ciertas acciones como ir a comer a restaurantes o realizar sencillas actividades (llaman la atención los minijuegos); a partir de ahí depende de nosotros acceder al menú, entrar en habilidades y distribuir por sus mapas los citados puntos, potenciando y desbloqueando nuevos movimientos en el combate.

Pero, tal como hemos dicho unas líneas más arriba, el último de los estilos de combate (Dragón) requiere de nosotros para derrotar a Goro Majima, que en esta ocasión actúa como una suerte de Némesis, atacándonos en diversos puntos de la aventura; muchos de ellos poco afortunados si nos encontramos algo escuetos de vitalidad. Esto a su vez nos hace girar la vista a la trama, que en esta ocasión resulta más inteligible que nunca. Yakuza Kiwami respeta al cien por cien la historia original, pero añade escenas que son de agradecer para el jugador (y cuya calidad gráfica puede deslumbrar cuando vemos las excepcionales expresiones faciales de algunos de los personajes). Somos un orgulloso miembro de los Yakuza, y hemos caído ante el Clan Tojo. Tras 10 años en la cárcel para proteger a nuestro mejor amigo (que ha cometido un importante asesinato) pues su hermana se encuentra enferma, nos encontramos que las cosas han cambiado, y tenemos que proteger a Haruka, una niña huérfana. El nivel de drama que se alcanza en Yakuza es la envidia de muchas producciones cinematográficas, sobre todo japonesas.

Un juego largo y vistoso

Nos quedan por delante horas de escenas, que se mezclan de manera magistral con el apartado jugable del título, y cuya ampliación da lugar a revelaciones que ayudan a hilar el contenido; incluso si en el pasado jugamos a la versión de PS2, ahora resultará todo más claro. Esto afecta también, por supuesto, al apartado visual. Y es que, sin lugar a dudas, uno de los elementos diferenciales en este título es la forma en la que se ha reconstruido Kamurocho. Las calles ahora resultan abarrotadas de transeúntes, todo brilla. Llueve, el suelo se vuelve húmedo y hay efectos de reflejo. La ciudad parece haberse expandido a un nuevo nivel, con espectaculares detalles tanto en el exterior como en el interior de los edificios. Los luminosos llaman la atención desde una gran distancia (si bien el mapa del juego es limitado), y todos los personajes parecen extremadamente vivos.

Los combates además ahora no están separados de la trama por tiempos de carga, integrándose sin cortes en la línea de acontecimientos del juego; muestran también un nuevo nivel de efectos visuales cuando se activan las diferentes "auras" de color, que indican que el personaje se encuentra cargado y listo para activar sus habilidades especiales. Estas, además, varían en función del modo de lucha en que nos encontramos y del uso del entorno. Todo esto resulta una delicia para nuestros ojos gracias a sus 1080p de resolución y sus 60 frames por segundo.

Yakuza Kiwami es un título que a la vez resulta conocido y fresco; un excelente representante del género de la lucha callejera y una digna versión modernizada de un clásico que, si bien ya ha sido lanzado en otras máquinas a modo de remake, ninguna ha conseguido la excelsa calidad del que nos ocupa. Para rematar la experiencia, los fans de los minijuegos pueden darse por satisfechos: ahora van a tener más "tarea" que nunca en este Yakuza, por si sus varias decenas de horas de duración (y su potente dificultad) no son suficientes. El original ya tenía varios, pero esta nueva versión amplía su catálogo. El juego del gancho (aquí una garra), cartas, karaoke, ruleta, podemos batear o carreras de coches teledirigidos. Cantidad de elementos que hacen más plena nuestra experiencia y que añaden contenido al de por sí profundo mundo de Yakuza. Tal vez el juego no llegase a convertirse en "el nuevo Shenmue", pero la llegada de este Kiwami es la prueba perfecta de que no lo necesitó para acuñar una excelente saga, y a su vez perfilarse como uno de los mejores reflejos del Japón más duro y oscuro; el de las mafias.

Conclusiones

Estamos ante la versión definitiva de un clásico; un juego que sabe compensar ciertas diferencias sólo presentes en la versión española (véase la ausencia de traducción, pues la primera entrega fue la única que la tuvo) con una atractiva oferta gracias a su aspecto general, a la cantidad de posibilidades que aporta (que van desde extensos combates, hasta sesiones de fotos en una máquina tragaperras o comer fideos fritos en un restaurante) y a un lavado de cara gráfico gracias a su nuevo motor gráfico, que hace que tengamos la sensación de que nos encontramos ante un título totalmente nuevo.

El trabajo realizado para adaptarlo a la actualidad no ha repercutido negativamente en sus cualidades principales (duración, dificultad y argumento) sino que las ha expandido. Mantiene una banda sonora excelente, con música que reutiliza elementos de la original pero en un nuevo mix, y pone al servicio del jugador un Kamurocho vivo, violento y lleno de actividades, todas ellas buenos complementos de una trama como pocas veces se ha visto en el mundo de los videojuegos.

Yakuza Kiwami - Story Trailer. Fuente: Youtube

Lo mejor de 'Yakuza Kiwani'

  • Verdadera continuación con una historia y estilo de juego más actual y accesible para el usuario.
  • Nuevo motor gráfico.
  • Cantidad de posibilidades que aporta el juego.

Lo peor de 'Yakuza Kiwani'

  • Ausencia de traducción.
  • Juego largo.
  • Juego con muchas similitudes al primer Yakuza.