Elon Musk crea X.AI, su empresa de inteligencia artificial

Tras pedir una pausa en el desarrollo mundial de esta tecnología por sus posibles riesgos, el controvertido empresario funda una startup que se vincula a la posibilidad de convertir Twitter en una 'app' todoterreno

Elon Musk.

Elon Musk. / EP

Carles Planas Bou

Elon Musk también se apunta a la carrera por la inteligencia artificial (IA). El segundo hombre más rico del mundo ha creado una nueva empresa que ha bautizado como X.AI y en la que él figura como único director, según ha avanzado

El nombre de la compañía hace pensar en las reconocidas ambiciones del empresario de crear una aplicación todoterreno llamada X. Este mismo miércoles, Musk cambió el nombre oficial de Twitter —de la empresa, no de la red social— a X Corp. Esta 'app' sería similar al enfoque multitarea que tiene WeChat en China, que se utiliza tanto para chatear como para realizar compras 'online', videollamadas, jugar a juegos o pedir hora en el médico.

La estrategia de Musk lleva gestándose hace unos meses. En las últimas semanas, la prensa estadounidense ha informado de que el empresario ha fichado a Igor Babuschkin, un científico del puntero laboratorio de IA DeepMind —propiedad de Alphabet, la matriz de Google— y ha comprado unas 10.000 GPU, tarjetas gráficas de alta potencia necesarias para desarrollar los modelos de lenguaje que sustentan aplicaciones de IA como el popular chatbot ChatGPT.

De parar la IA a impulsarla

Con esta decisión, Musk prevé lanzarse en una carrera empresarial ahora liderada por OpenAI, la creadora de ChatGPT. El empresario cofundó esta compañía —ahora participada por Microsoft— en 2015, pero en 2018 se apartó del proyecto después de perder un pulso interno por su control al frente de su actual director ejecutivo, Sam Altman.

Desde entonces, Musk ha criticado abiertamente a OpenAI, unas críticas a sus excompañeros que se han acentuado con la meteórica popularidad de ChatGPT, chatbot al que ha acusado de ser políticamente correcto. El pasado 22 de marzo, Musk firmó una controvertida carta abierta en la que pedía, junto a más de un millar de expertos, suspender durante seis meses el desarrollo de la IA por sus potenciales riesgos.

Reid Hoffman, fundador de LinkedIn y también impulsor de OpenAI, denunció ese dardo de Musk. "Algunas de las firmas son poco bienintencionadas, como 'que todo el mundo vaya más despacio para que yo pueda acelerar", dijo a la CNBC. A penas tres semanas después, esa sospecha ha sido confirmada.