La popular aplicación móvil de compraventa Wallapop cayó este sábado de forma inesperada tras haber admitido que ha sufrido un ataque informáticos a sus servidores.

La app primero obligó a sus usuarios a reiniciar sus cuentas. Los usuarios tenían que volver a entrar en la plataforma con su correo y su contraseña, aunque no siempre con éxito.

Wallapop ha advertido en un correo electrónico y en el muro de la aplicación de que la próxima vez que entren a Wallapop se encontrarán con su cuenta cerrada y tendrán que reiniciar su contraseña por seguridad o acceder a través de Facebook o Google.

Wallapop guarda información de sus usuarios sobre compras, ventas, localización y, si están suscritos al servicio de pagos, sobre cuentas corrientes y de Paypal.

La compañía asegura que no tiene "evidencia de que ninguno de los datos se hayan visto comprometidos o haya existido un uso fraudulento de los mismos".

"En cuanto a las tarjetas de crédito, no es un dato que guardemos en la plataforma. Esto quiere decir que podemos asegurar que las tarjetas de crédito/débito no han sido expuestas ni han estado en riesgo durante este incidente de seguridad", afirma en un comunicado Edurne de Oteiza, directora de operaciones y marketing de Wallapop.

La app de la empresa, fundada en Barcelona en 2013, cuenta con entre 10 y 15 millones de usuarios cada mes que venden y compran productos de todo tipo y son puntuados por ello.

La aplicación actúa como un mercado de productos de segunda mano entre particulares a través de la geolocalización. Actualmente está en manos de grandes fondos inversores internacionales e intentando rentabilizar un negocio en el que no hay comisiones y la mayoría de las transacciones se realizan en persona.

Actualmente Wallapop ingresa por la promoción que hacen los usuarios de sus artículos.