Con la llegada de las vacaciones, los más afortunados ponen rumbo a destinos exóticos o a pueblos costeros, abandonando durante una temporada el hogar en busca de pastos más verdes. Esto puede entrañar el riesgo de que algún ladrón entre en casa, aunque hay varias medidas para intentar que nuestra casa no se convierta en un objetivo. Una de ellas consiste en evitar desconectar la electricidad, un error habitual que puede costarnos caro si averiguan que no estamos en casa.

En su lugar, es preferible desconectar aparatos que consumen energía en 'standby', si se quiere lograr un ahorro energético. Pero hay uno en especial que puede verse afectada por un problema de seguridad en caso de no desconectarlo: el router. Aquí te explicamos los motivos por los que deberías apagar este aparato en tus vacaciones de verano.

Ahorro de energía

La primera razón es la más evidente, y es el ahorro energético, ya que el router, al estar encendido sin ser utilizado durante largo tiempo, consume una determinada energía. Es cierto que el ahorro es casi insignificante, sobre todo si se trata de una pausa de no más de 15 días, pero sumando todos los aparatos en estado de 'standby' que se pueden desenchufar, podríamos llegar a un ahorro energético significativo.

Seguridad y ataques

Este es uno de los motivos principales. En nuestra ausencia, sobre todo si es prolongada, podría producirse algún ataque a nuestra red wi-fi o al propio router. Es más fácil que se produzcan este tipo de ataques en periodo vacacional, ya que el atacante tiene mucho más tiempo para intentar acceder a nuestra clave o red sin que nos demos cuenta de nada.

Este tipo de acciones son fácilmente perceptibles si nos encontramos en el domicilio utilizando el wi-fi, ya que al atacarlo se perjudica la velocidad de nuestra conexión. Esto hace que nuestra navegación se ralentice considerablemente, por lo que no tardaríamos en advertir que nos encontramos ante un problema.

Además, un ataque a nuestra red wi-fi no solo sería perjudicial para nosotros por la ralentización de la conexión, sino por las posibles actividades ilegítimas o delictivas que se pudieran llevar a cabo utilizándola.

La vida útil

En este punto, el debate es mayor, con opiniones muy diferentes a uno y otro lado. Una postura defiende que apagando los aparatos se consigue reducir el desgaste del equipo y, a la larga, aumentar su durabilidad y su vida útil.

Sin embargo, los que defienden lo contrario afirman que el momento de mayor desgaste y, por lo tanto, que más castiga algunos aparatos electrónicos, es el proceso de arranque y parada.

Los dispositivos actuales están diseñados para funcionar continuamente sin estropearse o sobrecalentarse (hasta que llega la tan temida 'obsolescencia programada'), aunque conservarlo en un lugar sin ventilación o en un ambiente sucio puede perjudicarlo.