A diferencia de los sistemas de navegación utilizados en los automóviles, el proyecto de Nuremberg no utiliza el mecanismo de satélite GPS, sino que se alimenta de la transmisión de datos por red local inalámbrica, conocida en el mundo informático como WLAN, por sus siglas en inglés.

Este sistema, que existe ya en numerosas ciudades y que se usa sobre todo para el acceso a internet con ordenadores portátiles, tiene la ventaja de que permite utilizar como aparatos de navegación los teléfonos móviles de última generación o las agendas electrónicas.

La principal ventaja frente al GPS, consiste, según el instituto, en que el WLAN es mucho más preciso a la hora de dirigir al peatón por calles angostas, edificios o estaciones de metro.

"Lo que hacemos es aprovechar que las ciudades están tan bien equipadas con redes WLAN y que hay cada vez más teléfonos móviles que pueden utilizar esta tecnología", explicó el director del departamento de sistemas de comunicaciones del instituto, Jürgen Hupp, en un comunicado.

En Nuremberg, por ejemplo, hay 2.000 puntos de emisión de "wireless lan" por kilómetro cuadrado, lo que permite localizar un punto dentro de un edificio con una exactitud media de tres metros, mientras que al aire libre el perímetro de acierto es de siete a diez metros, añadió Hupp.

El sistema de navegación utiliza la señal que emiten los WLAN en los distintos puntos de la ciudad y la almacena en un ordenador central.

En sus cálculos tiene en consideración tanto la presencia de señales WLAN comerciales como privadas y, como no requiere de código de acceso, evita la localización del usuario.