El reglamento, publicado por la web oficial del Ministerio, afectará también a aquellos servidores de vídeo que estén registrados en el país asiático, señaló hoy a Efe un portavoz ministerial, aunque no aclaró si ello afectará a la web YouTube, la más popular del mundo en número de visitas.

Casualidad o no, la nueva ordenanza ha sido publicada apenas una semana después de que un vídeo en la red causara un monumental escándalo en China: en las imágenes, que han dado la vuelta al mundo, la esposa de un popular presentador de la televisión nacional anunciaba que había descubierto que su marido le engañaba con otra.

Las nuevas reglas establecen además que las web estatales -o con un accionariado mayoritario del Estado- sólo pueden emitir vídeos tras conseguir un permiso expreso de la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión, principal brazo censor de China.

Además, los productores del vídeo deberán conservarlo durante al menos 60 días, para posibles inspecciones, y tienen prohibido ofrecer imágenes que puedan "alterar el orden social", delito del que se suele acusar a conocidos disidentes chinos y presos de conciencia.

Las reglas también prohíben expresamente vídeos que "vayan contra la Constitución, perjudiquen la unidad nacional, la soberanía y la integridad territorial", además de los que "revelen secretos estatales, perjudiquen la seguridad estatal o atenten contra la fama y el beneficio del Estado".

Cultos malignos, discriminación contra las nacionalidades, contenidos violentos y eróticos, e imágenes relacionadas con los juegos de azar -prohibidos en China- o el terrorismo estarán igualmente vetados bajo la nueva regulación.

Además, "no se podrá calumniar a otra persona o invadir su privacidad", señala la reglamentación, que termina generalizando y prohibiendo vídeos "que vayan en contra de la ley".

Los permisos para emitir vídeos sólo tendrán una vigencia de tres años y deberán ser solicitados nuevamente pasado ese tiempo.

La estricta ley responde, según señalan en el texto las instituciones gubernamentales, a una campaña para que en China se emitan vídeos que "promuevan la cultura, los avances de la sociedad, la armonía, el servicio público y el socialismo".

China, con más de 180 millones de internautas, es uno de los países con mayor censura en la red, que afecta principalmente a páginas con contenidos políticos pero también a las web de participación libre (la enciclopedia Wikipedia) o populares servidores de blog (Blogspot, Wordpress o Blogsome).

Los vídeos a través de Internet, tan populares en China como en el resto del mundo, habían logrado hasta ahora sortear esta censura, proliferando en el país asiático muchas webs a imitación de YouTube, tales como Tudou (en el que se colgó el escandaloso vídeo del presentador de televisión y su esposa) o Youku.

Estas web, de capital privado, podrían verse obligadas a cerrar su negocio debido a la regulación, que también podría afectar a los grandes portales chinos (Sina y Sohu), en los que se ofrecen vídeos.

YouTube estuvo bloqueado en China durante dos semanas el pasado mes de octubre, coincidiendo con el XVII Congreso del Partido Comunista de China, en el que hubo un endurecimiento de la persecución a la disidencia.

Algunos internautas apuntaron a que el bloqueo se había debido a que días antes uno de ellos colgó en el popular servidor un vídeo con una manifestación contra un gobierno local (algo similar a lo que motivó, meses antes, la censura contra el servidor de fotos Flickr).