Un 4% de las muertes por cáncer de pulmón en España se debe a la exposición al gas cancerígeno radón, una cifra que se eleva al 7 % en Galicia y al 6,9 % en Extremadura, según un estudio de investigadores de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) adscritos al Laboratorio de Radón de Galicia.

Según ha informado este miércoles la Separ, el trabajo ha sido elaborado desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela en colaboración con el Ministerio de Sanidad y el Consejo de Seguridad Nuclear y se enmarca en el Plan Nacional de Radón, comisionado por el Ministerio de Sanidad.

Los resultados de la investigación, que publica la revista "Environmental Research", revela el impacto del radón en la mortalidad por cáncer de pulmón en España en 2017.

El objetivo principal de la investigación, liderada por el profesor Alberto Ruano, del Área de Enfermedades Respiratorias Medioambientales y Ocupacionales del Separ, fue estimar la mortalidad por cáncer pulmonar producida por la exposición a radón en España.

El estudio aplica, por primera vez, una corrección de la exposición a radón por la altura de la vivienda, ya que las personas que viven en pisos altos tienen una menor exposición.

Los resultados indican que un 4 % de todas las muertes por cáncer de pulmón se deben a la exposición a gas radón, pero que hay grandes diferencias por comunidades.

Así, en Galicia esta cifra llega al 7 %, y al 6,9 % en Extremadura, que son las dos autonomías más afectadas por la exposición a este gas cancerígeno, aunque el estudio precisa que la mayor parte de estas muertes ocurren en hombres fumadores o exfumadores.

Los investigadores han empleado datos del Mapa de Radón de España, cedidos por el Consejo de Seguridad Nuclear, y datos de riesgos obtenidos en uno de los estudios internacionales más importantes sobre radón y cáncer de pulmón en el que han participado numerosos miembros de la Separ publicado en la misma revista en 2020, que incluyó cerca de 4.000 participantes.

Según la Separ, los resultados de esta investigación tienen "importantes implicaciones para el desarrollo de políticas públicas de reducción de la concentración de este gas en las viviendas y para aplicar la directiva europea de protección frente a las radiaciones ionizantes, tanto para población general como para trabajadores".

Según la sociedad neumológica, la directiva ya debería estar en vigor en España desde 2018, aunque actualmente toda vivienda nueva debe tener protección antirradón, según el nuevo Código Técnico de Edificación, y las mediciones deben hacerse por laboratorios acreditados.