Los españoles han engordado una media de 5,7 kilos desde que se inició la pandemia del coronavirus o, al menos, así lo ha evidenciado un estudio llevado a cabo por Ipsos entre el 23 de octubre y el 6 de noviembre y en el que se han analizado a ciudadanos de 30 países diferentes.

A nivel general, un 31 por ciento de todos los encuestados de todo el mundo ha visto cómo ganaba kilos desde que la pandemia entró en sus vidas, con una media de 6,1 más, aunque un 10 por ciento ha conseguido perder peso. La ganancia de peso puede ser el motivo de que tres de cada 10 ciudadanos haya hecho más ejercicio durante los últimos meses, si bien un 23 por ciento afirma haber dejado de hacerlo.

En España se supera la media mundial en cuanto a ciudadanos que reconocen haber engordado desde marzo del año pasado, llegando a un 38 por ciento de la población, lo que sitúa en el sexto lugar del ranking mundial y a la cabeza de Europa, seguidos por Italia (35%) y Gran Bretaña (32%).

Sin embargo, el incremento medio de kilos ha sido de 5,7 kilos, lo que sitúa a España en la parte media-baja del ranking, por lo que, a juicio de los expertos, a pesar de que haya sido uno de los países que más ha engordado durante la pandemia, los kilos ganados han sido menos que en muchos otros. De hecho, también se sitúa por encima de la media global y entre los primeros países europeos donde más gente ha perdido peso, un 21 por ciento de los españoles así lo afirma, solo por detrás de Gran Bretaña con un 24 por ciento.

En cuanto al ejercicio físico, y quizá empujados por ese auge que se vivió durante el confinamiento de hacer deporte en las casas con apoyo de las clases 'on line', un 24 por ciento reconoce que ha aumentado su actividad física. Ahora bien, son más lo que se han dejado vencer por la pereza o las dificultades para realizar deporte al aire libre, y un 27 por ciento reconoce que se mueve menos que antes de la llegada del virus. En este caso, los españoles están entre los europeos que más se han ejercitado durante estos meses, sólo superados por los ingleses.

Entre aquellos que han decidido librarse de esos kilos de más que han cogido durante los últimos meses, un 45 por ciento a nivel mundial, creen que la mejor forma de perderlos es volver a una alimentación saludable, aunque sin llegar a ser una dieta estricta (52%), mismo porcentaje son los que creen que lo más importante es hacer más ejercicio.

Hacer dieta, lo más efectivo

Hacer dieta o reducir la ingesta de alimentos será lo más efectivo para el 44 por ciento y beber menos bebidas azucaradas lo es para el 38 por ciento, así como ingerir menos alcohol para el 15 por ciento. En el caso de España, uno de cada dos está intentando perder peso y, al igual que a nivel global, para el 57 por ciento lo que más los ayudará a bajar esos kilos de más será tener unos hábitos de alimentación más saludables, seguido de una actividad física más intensa y frecuente (50%).

Asimismo, y aunque para cada 4 de cada 10 españoles lo mejor es hacer dieta y reducir la cantidad de alimentos ingeridos, para un 31 por ciento tomar menos bebidas azucaradas es determinante y un para 2 de cada 10 beber menos alcohol también ayuda bastante a bajar peso.

Para los que apuestan por llevar una alimentación más saludable para quitarse los kilos de encima que han ganado estos últimos meses, el 62 por ciento de los ciudadanos a nivel global apuestan por reducir el azúcar de su dieta, seguido de las calorías (41%), los carbohidratos (39%), la comida procesada (31%) y las grasas saturadas (28%).

Los españoles comparten la importancia de la reducción del azúcar en la dieta para conseguir bajar de peso (65%), pero en segundo lugar sitúan la eliminación de comida procesada (46%), siendo los ciudadanos a nivel mundial que más importancia le dan a este factor. Le siguen la reducción de la ingesta de calorías (38%), los carbohidratos (25%) y las grasas saturadas (37%).

Por otro lado, el estudio ha evidenciado que el 10 por ciento de los españoles reconoce haber aumentado la ingesta de alcohol y un siete por ciento admite que ha bebido menos alcohol en los últimos meses. En este apartado, España ocupa el puesto 16 en el ranking de países que han incrementado el consumo de alcohol y es de los países europeos con menos consumo, sólo por detrás de Francia (6%) e Italia (9%).

En cuanto al tabaquismo, un cuatro por ciento admite que ha dejado este hábito, el mismo porcentaje que ha caído en él durante la pandemia, lo que sitúa a España entre los 6 primeros países que más ciudadanos han empezado a fumar.

Hábitos contra la COVID

Ipsos ha preguntado también a los ciudadanos cuáles creen que son los factores que pueden agravar los síntomas de la enfermedad en caso de contraerla, observando que, a nivel global, ser activo físicamente es el percibido como más beneficioso en caso de ser positivo (38%), seguido de dejar de fumar (28%) y tomar suplementos de vitamina D (26%).

También ha habido muchas informaciones sobre que el sobrepeso puede agravar la enfermedad, por eso un 17 por ciento señala la pérdida de peso como algo importante para reducir la incidencia del virus. En España cambia un poco este orden, ya que para el 39 por ciento lo que más puede reducir el impacto del coronavirus sería dejar de fumar, seguido de la práctica habitual de ejercicio (25%), la pérdida de peso (20%) y el consumo de suplementos de vitamina D (18%).

Finalmente, y sobre la opinión que tienen los consumidores sobre si los gobiernos y la propia industria de la alimentación podrían hacer algo para ayudarles a perder peso, a nivel global el 42 por ciento piensa que la medida más efectiva sería abaratar los precios de la comida saludable, seguido de habilitar espacios verdes para practicar deporte (22%).

Conseguir que las tablas nutricionales de los productos y alimentos sean más claras (13%) y fabricar productos más saludables (12%) serían las siguientes medidas más apoyadas. Por su parte, para los españoles, las medidas que podrían tomar el Gobierno y la industria para ayudar a perder peso sería abaratar los precios de la comida saludable (44%), habilitar espacios verdes para practicar deporte (18%), conseguir que las tablas nutricionales de los productos y alimentos sean más claras (16%) y en cuarto lugar, incluir ingredientes más saludables en los alimentos procesados (13%).