Los altos niveles de estrés que estamos padeciendo durante este año afectan a la postura, a cómo nos comportamos y a nuestra actividad física. Con la tensión provocada por el estrés se realiza menos ejercicio del que se debería.

Estamos en un entorno de incertidumbre absoluta que ha hecho que la tensión se haya elevado y los profesionales de la Fisioterapia lo notan. Se multiplican en sus consultas los problemas de cervicales y de bruxismo (aumento de la tensión de la musculatura facial y masticatoria).

Y a la tensión se suma también el teletrabajo. Hemos convertido nuestros salones y dormitorios en oficinas, lo que ha multiplicado también los dolores de espalda.

La ergonomía clásica defendía que había una postura correcta a la hora de sentarse en nuestro ámbito laboral. Se creía que sentarse con la espalda recta, las rodillas a 90 grados, caderas a 90 grados, etc, mejoraban los dolores de espalda.

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