A juicio de Fernando Borrás, investigador, es un error facilitar a la gente que esta Nochevieja se junte, en lugar de por la noche, a la hora de comer o en el tardeo para celebrar nada. Asegura que la tercera ola prácticamente es inevitable y que posiblemente a estas alturas haya ya más casos de la variante británica del covid en la provincia.

¿Hay o habrá tercera ola?

La tercera ola era muy previsible. Solo se podía evitar con un confinamiento similar al de marzo. Como no hemos atendido a razones, la tercera ola se va a producir. No hay nada que indique que vamos a evitarla. Estaba cantando.

¿Cómo podemos entender la forma en que se extienden los contagios?

De media una persona tiene unos 20 contactos al día. En los meses de confinamiento redujimos esos contactos al 90%, con lo que apenas nos juntábamos con una o dos personas, todo ello también porque no había colegios y se evitaba el ir a trabajar. Por tanto, para reducir la pandemia debemos reducir los contactos al 80%. Cuando bajas ese porcentaje, por ejemplo solo un 5%, es decir, que ya permaneces cerca de cuatro o cinco personas, este pequeño cambio supone una aceleración brutal y la ola se dispara a números preocupantes. Es estadística básica.

¿Hemos bajado demasiado la guardia?

La gente no está teniendo en cuenta que un único contacto de más genera un conjunto de puentes para que el virus se propague. En la universidad, por ejemplo, en el aula son todo contactos no transmisibles, porque es obligatorio el gel, la mascarilla y mantener la distancia. Pero cuando se sale de casa, de la zona habitual, la gente se relaja, baja la guardia y es entonces cuando pasamos a porcentajes de contagios del 70 o 65% y aquí es cuando la bola de nieve se acelera. Con solo un contacto más al día las probabilidades se disparan. Y no hablemos de la gente que lleva la mascarilla por debajo de la nariz...

¿Qué panorama se nos presenta para este invierno?

Hemos contactado con algún médico en China que no entiende que no llevemos mascarilla en casa. Estamos entendiendo que las viviendas son seguras, pero ahora se está saliendo y la gente, con el frío, que tampoco ayuda, apenas quiere estar en terrazas. Hay estudios que indican que el metro y medio o los dos metros de distancia pueden ya no ser seguros, porque el virus es aéreo. De hecho, ha habido gente que se ha contagiado en un sitio cerrado estando a cinco o seis metros de distancia de un infectado. Entonces, se sale, estamos en contacto con más gente y cuando volvemos a casa, o vamos a casa de nuestros padres, no somos conscientes de que siguen siendo un grupo de riesgo. Llevamos la mascarilla cuando salimos, pero no con la gente que pensamos que no vamos a contagiar. Y solo un contacto más multiplicado por casi 47 millones de ciudadanos en España supone 47 millones de posibilidades más de contagio.

¿Debería prohibirse la 'tardevieja' o evitar comer y juntarse esta Nochevieja?

La actividad nocturna ha pasado al tardeo y una única persona puede contagiar a 30 personas. Si todos los que estuviesen en la calle llevaran bien puesta la mascarilla y mantuvieran la distancia, pues se podría reducir esa cifra. Hasta ahora íbamos manteniendo una reducción de los contactos del 70-75%, pero en el momento en que soltamos un poco las amarras... Enero puede ser catastrófico.

¿O sea que no deberíamos hacer vida normal, ni celebrar con gente prácticamente nada estas Navidades?

Deberíamos tomarnos muy en serio esto. Esto es exponencial. ¿Qué es lo que se hizo en marzo? Pues redujimos al máximo la vida social. Hay que entender que no es una Nochevieja, no son unas fiestas al uso, y que no debe ser un quiero y no puedo, porque mientras, el virus siguen campando a sus anchas. Pongo un ejemplo: el otro día estuve en el ambulatorio. Había como cien personas esperando para hacerse la PCR. La tasa de positividad en nuestro país es del 15%, con lo cual una quincena de esas personas podía estar infectada. ¿A cuánta gente pueden haber contagiado los días antes de acudir al ambulatorio? Por tanto, habría que suspender todos los actos. Esto sigue in crescendo. Celebremos en todo caso las Navidades en junio una vez tengamos una población muy vacunada. Estas fiestas las vamos a pagar muy duro y no sé cómo hay que decirlo o explicarlo.

¿La actitud de los jóvenes sigue siendo uno de los grandes problemas?

Los jóvenes continúan siendo un vector de propagación que siguen perdiendo el miedo al virus y comparten espacios con padres y abuelos. Me sabe mal ser el que dé las malas noticias, pero por el bien de todos en una situación como la de ahora deberíamos, insisto, reducir todos los contactos. Es más, a la vuelta de vacaciones solo permitiría Primaría, pero no Secundaria ni universidades. Ahora incluso se ha detectado que los casos de niños con covid han subido del uno al 12% en la segunda ola. Hay que parar la tercera ola o nos van a confinar. El virus es recalcitrante.

¿Los casos de la cepa británica en Elche se van a extender desde aquí mucho en poco tiempo?

Con esta cepa aumenta un 50% la propagación. Es decir, seguramente habrá unos cuantos casos más por Elche campando y si no se hace un buen rastreo la cosa se va a acelerar más. Mi impresión es que si en Alicante hay que quedarse sentado, en Elche, si no se ataja bien esa cepa supercontagiadora, y teniendo en cuenta que el rastreo manual es muy complicado, la gente debería quedarse en casa. Puede haber 200 casos en un rato, depende cómo se hayan comportado los dos infectados. Y perfectamente esa cepa podría estar ya en Alicante.

En conclusión...

Quedarse en casa, no tener contactos, mascarilla en casa excepto para comer... Pero la cosa no tiene buena pinta porque son fechas muy hogareñas de relaciones familiares.