La vacuna contra la covid-19 es ya una realidad. El Reino Unido ha sido el primer país del mundo en autorizar su comercialización y pronto le seguirán otras naciones al inmunizar a su población contra la covid19.

2020, el año que vivimos la pandemia, como será recordado, se despide con todas las esperanzas puestas en la recuperación de los enfermos y en la administración global de las dosis necesarias para atajar la propagación del virus.

Sin embargo, tal como explica la psicóloga Pilar Conde, es normal que, tras meses en los que nuestro día a día se ha visto completamente transformado por la alarma sanitaria, sintamos cierta inquietud e incertidumbre por el nuevo horizonte; un año 2021 en el que se nos administrará la vacuna que más rápido se ha conseguido en la Historia.

Además, los cambios y los diferentes criterios médicos en relación a una enfermedad desconocida y de graves efectos sobre la población, han contribuido a crear cierto clima de intranquilidad sobre la evolución final de todo el proceso.

Ante tantas incógnitas, la directora técnica de Clínicas Origenrecomienda evitar la sobreinformación sobre la vacuna, sobre los distintos tipos, las posibles efectos secundarios y reacciones adversas. Lo ideal es elegir el medio de información que cada persona considere más fiable y acudir a él de forma puntual cuando se quiera obtener algún dato o saber cuál es la evolución o la última hora en torno a la vacunación.

No se trata ni de esconder ni de edulcorar los contenidos relativos a la vacuna, posibilidad contra la que se ha declarado abiertamente contrario el Colegio de Psicólogos de Valencia, sino de que cada persona, matiza Pilar Conde, sea consciente de los pros y los contras y pueda así decidir lo que más le conviene.

Es preciso descartar cualquier noticia o dato que no venga respaldado por una fuente de confianza. Es el caso de muchos contenidos que suelen circular por las redes sociales y que producen alarma. Hay que descartar, explica, todo este flujo de información y evitar propagar su viralización.

Embarazadas, niños e hipocondriacos

Un grupo "de riesgo", en este caso en cuanto a la espera por la evolución del resultado de las vacunas, son aquellos que padecen hipocondría. Quienes sienten una preocupación o miedo constante por su propia salud, pueden tener tendencia a padecer ansiedad, al pensar que están enfermos, lo que les lleva a la sintomatología somática . Si pensamos en el intervalo desde la administración de la vacuna hasta el fin del plazo de observación de cualquier efecto secundario, los hipocondriacos pueden pasarlo francamente mal y ver aumentada de forma considerable su ansiedad.

En general, aclara la psicóloga, si no se confía en los resultados de la vacuna, es normal sentir cierta angustia y algo, incluso, de miedo. Lo que nos recomienda es evitar el chequeo voluntario hacia las sensaciones del cuerpo. En circunstancias normales apenas nos fijamos en los cambios que nuestro organismo experimenta a diario. Sin embargo, cuando nos concentramos en explorar nuestra temperatura, por ejemplo, o si tenemos algo de afonía, alguna pequeña molestia, podemos encontrarla, malinterpretarla y magnificarla.

Ante la duda, el consejo es acudir a los profesionales sanitarios y, a ser posible, a los estrechamente relacionados con la vacunación. Si se necesita alguna aclaración, lo mejor, si se puede, es plantearla el día que nos vayamos a pinchar.

A los niños, un grupo de población "enemigo" natural de las vacunas, por el miedo a la inyección, será bueno educarles con el ejemplo. Somos, una vez más, el espejo en el que se van a mirar. Si aun así se muestran reacios, un apoyo puede ser explicarles las ventajas asociadas al regreso a su vida antigua, sin mascarilla y sin distancia, o, al menos, sin tanto temor a la enfermedad.

Los recién nacidos, por otro lado, no formarán parte del grupo de personas a las que se vacunará primero, a la espera de que se haga oficial el listado del Ministerio de Sanidad. Las embarazadas, en cambio, si son un grupo de riesgo frente el covid19, explica Fulvia Mancini. La directora médica de Clínicas EVA, siempre prudente ante los nuevos descubrimientos que se van haciendo en torno al virus, explica que "es debido a que el útero, especialmente en el último trimestre, reduce la capacidad respiratoria, además per se, el embarazo es una condición de riesgo trombótico, lo que se incrementa con la covid19. Es decir, el embarazo es un factor de riesgo añadido pero el bebé en si mismo no tiene riesgo añadido por ser recién nacido".

Por ese motivo, la doctora considera que las gestantes deben ocupar uno de los primeros lugares en el orden de vacunación y aclara, que el feto no se inmuniza a la par que la madre.

Por último, una buena noticia para quienes estén pensando en comenzar un tratamiento de reproducción asistida. La vacuna no interfiere en absoluto con los tratamientos. Así pues, la recomendación para las mujeres que se están sometiendo a una Fecundación In Vitro o a una Inseminación Artificial es que, "por favor, se vacunen todas".