Investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) y de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) han trazado un mapa de los tipos de células que se encuentran detrás de diversos trastornos cerebrales. Según sus hallazgos, publicados en la revista 'Nature Genetics', las células del sistema nervioso intestinal están involucradas en la enfermedad de Parkinson, lo que indica que la enfermedad puede comenzar en este órgano.

El sistema nervioso está compuesto por cientos de tipos de células con funciones muy diferentes. Es vital entender qué tipos de células están afectadas en cada trastorno para comprender las causas de los mismos y, en última instancia, desarrollar nuevos tratamientos.

Los investigadores han combinado ahora estudios de expresión genética en ratones con la genética humana para trazar sistemáticamente un mapa de los tipos de células que subyacen a varios trastornos cerebrales, incluida la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo con síntomas cognitivos y motores resultantes de la pérdida de células productoras de dopamina en una región específica del cerebro.

"Como era de esperar, encontramos que las neuronas dopaminérgicas estaban asociadas con la enfermedad de Parkinson. Más sorprendentemente, encontramos que las neuronas entéricas también parecen jugar un papel importante en el trastorno, apoyando la hipótesis de que la enfermedad de Parkinson comienza en el intestino", explica uno de los principales autores de esta investigación, Patrick Sullivan.

Cuando los investigadores analizaron las diferencias en el tejido cerebral de los individuos sanos y de las personas con la enfermedad de Parkinson en diferentes etapas de la enfermedad, hicieron otro descubrimiento inesperado. Se descubrió que un tipo de célula de apoyo en el cerebro llamada oligodendrocitos se veía afectada en una fase temprana, lo que sugiere que desempeñan un papel fundamental en las primeras etapas de la enfermedad.

"El hecho de que los estudios en animales nos señalaran a los oligodendrocitos y de que luego pudiéramos demostrar que estas células también se veían afectadas en los pacientes sugiere que los resultados pueden tener implicaciones clínicas", argumenta otro de los responsables del trabajo, Jens Hjerling-Leffler.

Los oligodendrocitos parecen estar afectados incluso antes de la pérdida de neuronas dopaminérgicas. "Esto los convierte en un atractivo objetivo para las intervenciones terapéuticas en la enfermedad de Parkinson", concluye otro de los primeros autores del estudio, Julien Bryois.