El equipo de científicos del Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA) está investigando dos proteínas, la S y la actina, que podrían tener un papel relevante en la búsqueda de un tratamiento para combatir el coronavirus COVID-19.

Así lo ha explicado este jueves la investigadora del IRTA-CReSa, Júlia Vergara-Alert, durante la jornada científica "El coronavirus de Wuhan (2019-nCov): miedo, hechos y ciencia", que se ha celebrado esta tarde en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.

Vergara-Alert ha asegurado que ya han detectado una región concreta de la proteína S como "potencial candidato vacunal" y que han descubierto que la proteína actina tiene un papel relevante en la entrada del coronavirus, lo que podría ayudar en la investigación para encontrar antivirales que modularan esta proteína.

La investigadora catalana ha afirmado que "las jinetas y las gallinas podrían ser reservorios de este nuevo virus" aunque ha admitido que "no es 100 % seguro y podría haber también otros animales".

Por otro lado, Vergara-Alert, que ha avisado de que necesitan financiación para continuar la investigación, ha afirmado que fruto de la investigación que ya han llevado a cabo han comprobado que "el nuevo coronavirus está muy relacionado con el SARS-CoV y en menor medida al MERS-CoV".

La jornada científica, organizada por el Vicedecanato de Investigación de la Facultad de Biología y el Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la UB, ha contado también con la intervención del profesor del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB, Jordi Serra-Cobos.

Éste ha documentado la vinculación entre los murciélagos y el coronavirus COVID-19, y ha recordado que "China es un país muy diverso, cosa que posibilita una gran diversidad de ambientes y murciélagos" y que "al ser muy poblado, gran parte de los murciélagos viven cerca de los humanos".

Serra-Cobos ha señalado que estudia los coronavirus en los murciélagos "porque se ha ido constatando que en los murciélagos hay una gran cantidad de virus" susceptibles de traspasarse a los humanos.

Por otro lado, ha señalado que el sureste asiático ha perdido el 30 % de la superficie forestal en 40 años, lo que, según ha afirmado, provoca que las especies se acostumbren a buscar refugios antrópicos, es decir, en zonas en contacto con los humanos.

La primera intervención de la jornada ha sido la del presidente de la Sociedad Española de Virología, Albert Bosch, que ha recordado que aparecen coronavirus nuevos en los humanos desde los años 60 y ha destacado que "nada se propaga tan rápido como el miedo".

La jornada la ha cerrado el decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB y jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, que ha descrito los síntomas del nuevo coronavirus: fiebre, tos seca, dolor torácico y dificultades respiratorias, entre otros.

También ha explicado que se transmite por gotas y contacto, superficies contaminadas, distancias cortas (1,5 metros) y contacto prolongado.