Aprovechando el contexto de las fiestas navideñas, en las que es habitual utilizar con mayor frecuencia zapatos de tacón elevado, el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana ha explicado que el abuso de este tipo de calzado puede afectar a la salud de los pies.

Las consecuencias más comunes son hinchazón de los pies, metatarsalgias, juanetes, dedos en garra o dolor en la columna vertebral. «Recomendamos un zapato que respete el ancho natural del pie y no lo presione, como suele suceder en aquellos que tienen una punta muy estrecha. Además, si utilizamos un tacón de máximo cinco centímetros y que sea ancho, conferiremos mayor estabilidad y confort al caminar», ha afirmado Maite García, presidenta del Colegio.

Además, un zapato con poca sujeción y que no cubra por completo el pie, como una sandalia, incrementará la posibilidad de lesiones como torceduras y problemas dérmicos. La humedad y las bajas temperaturas de esta época del año requieren el uso de un calzado de confort térmico y que se adhiera bien al pavimento para evitar resbalones, por ejemplo, y que se engarroten los dedos por el frío.

Son recomendables, por tanto, tacones anchos y plataformas -para que no se genere demasiado desnivel entre el antepié y el talón-, zapatos que pesen poco y sean estables.

«Utilizar zapatos de materiales naturales es importante para mantener la temperatura del pie sin provocar exceso de sudor, como puede suceder con los sintéticos por no permitir que el pie transpire», argumenta Maite García. También se recomienda el uso de calzado con suela de goma y con amortiguación suficiente para reducir la agresión del impacto. Tras el uso de zapatos de tacón es aconsejable realizar ejercicios de relajación del pie con una pelota para descomprimir la fascia plantar y aliviar la presión.