Hablar del verano es hablar de una época del año en la que se tiende a cometer numerosos excesos en la consumición de alimentos, circunstancia que trae consigo la aparición de la acidez o el ardor en más ocasiones de las que nos gustaría. Este tipo de síntomas se agravan en los pacientes que presentan reflujo gastroesofágico y que abusan aún más de los fármacos contra la acidez, sin tener en cuenta sus efectos secundarios a largo plazo.

Evitar los síntomas y las alteraciones que pueden provocar estos medicamentos, cuando son tomados durante un extenso periodo de tiempo, es una posibilidad al alcance de la mano en Quirónsalud gracias a una sencilla intervención quirúrgica vía laparoscópica o mínimamente invasiva que evitaría la ingesta de medicación de por vida.

Esta intervención quirúrgica, tal y como indica el doctor Juan Antonio Luján -jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Quirónsalud Murcia-, permite al paciente lograr "aliviar la acidez y regurgitaciones en nueve de cada diez casos". "A estos beneficios hay que unirle el abandono de la medicación, cuyo uso continuado en el tiempo ha demostrado estar asociado a un mayor riesgo de trastornos renales, demencia y fracturas de cadera", explica.

Síntomas del reflujo

Son muchos los síntomas de estos trastornos pero desde el Servicio de Aparato Digestivo de Quirónsalud Murcia, encabezado por el doctor Antonio Sánchez, se destacan la pirosis, que es la sensación de ardor o quemazón retroesternal; las regurgitaciones que son el retorno del contenido del estómago a la boca; y otros como dolor abdominal epigástrico, dolor torácico, afonía, tos sin causa aparente y problemas de sueño.

Hablamos de una enfermedad benigna y en la que los pacientes no presentarán complicaciones en la mayoría de casos. No obstante, afirma el especialista, en ocasiones, "la persistencia e intensidad de los síntomas puede afectar negativamente a la calidad de vida e interferir con las actividades de la vida diaria". De hecho, "el reflujo crónico puede desarrollar una condición premaligna denominada 'esófago de Barret', que a su vez en ocasiones se transforma en cáncer". "La gran mayoría de cáncer de esófago inferior tiene su origen en un reflujo crónico", añade.

Tratamiento del reflujo gastroesofágico

El reflujo suele tratarse en tres pasos progresivos. En el primero de ellos, se valora un cambio en el estilo de vida del paciente con un cambio de dieta, acompañado de la toma de antiácidos de venta libre para poder reducir la frecuencia y la severidad de sus síntomas. "La pérdida de peso, reducción o eliminación del hábito de fumar y del consumo de alcohol y la modificación de los hábitos de comida y de sueño también pueden ser de ayuda", apunta el doctor Sánchez. En el caso de que persistan los síntomas después de estos cambios en el estilo de vida, es posible que haga falta una terapia farmacológica como el Omeprazol y derivados. "Las medicaciones recetadas resultan más eficaces en cuanto a curar la irritación del esófago y aliviar los síntomas aunque antes de comenzar el tratamiento el paciente debe consultar a su médico", advierte el especialista.

En el caso de que no prosperen estas medidas, sobre todo en pacientes jóvenes que no deseen medicarse de manera crónica, o en pacientes que presentes lesiones en el esófago tipo Barret con un mal pronóstico, la cirugía será el tratamiento más indicado.

Alta eficacia de la cirugía laparoscópica

La cirugía laparoscópica es altamente eficaz para el tratamiento del reflujo gastroesofágico, sus síntomas y sus efectos en el esófago, además de eliminar de forma definitiva la toma de medicamentos que, a la larga ocasionan efectos secundarios.

Como explica el doctor Juan Antonio Luján, "la cirugía se realiza bajo anestesia general y consiste en construir un manguito completo o parcial con el estómago alrededor del esófago, colocándolo debajo del diafragma. Para ello se realizan unas incisiones pequeñas de apenas unos milímetros a fin de acceder al abdomen a través del laparoscopio, que se conecta a una pequeña cámara de video para obtener una visión completa de la cavidad abdominal".

Entre las ventajas del abordaje laparoscópico se encuentra la reducción del dolor posoperatorio, ingreso hospitalario breve, mínimas cicatrices y rápida incorporación al trabajo.