A pesar de sus pequeños y frágiles cuerpos, los niños y niñas son grandes exploradores con una inquietud imparable. Recién llegados a este mundo, para ellos todo supone una novedad. Sus diminutas manos buscan agarrar y coger todo lo que tienen a su alcance. Experimentar nuevas sensaciones al tocar y palpar los diferentes materiales resulta una sensación absolutamente asombroso para ellos.

Pero, si el primer paso de los niños suele ser manosear cualquier cosa que encuentren a su alcance, el segundo suele ser llevárselo a la boca. Y es que, si tocar diferentes objetos puede ser tentador, chuparlo y saborearlo tiene que ser irresistible.

Sin embargo, lo que para los niños supone una experiencia divertida, para los adultos es una preocupación. Y no faltan razones para que lo sea. Y es que, en muchas ocasiones, las piezas que se meten en la boca suelen ser pequeñas y peligrosas, ya que pueden tragárselas. O peor aún, el objeto puede quedar atascado en la garganta del pequeño y causar un susto.

Según un estudio elaborado por el Centro de Investigación de Daños del Departamento de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Nationwide Children's Hospital de Ohio publicado en la revista Pediatrics, que recopila los objetos que más se tragan los niños, advierte de que los datos indican que la edad más peligrosa es la que abarca de entre uno y tres años.

Las monedas

Podemos encontrarlas en muchos rincones de la casa y son un objeto absolutamente necesario en nuestro día a día. Las monedas en muchas ocasiones están al alcance de los niños, que no dudan en llevárselo a la boca, con el peligro que ello conlleva. Según apunta el informe, el 62% de los objetos que se tragan los pequeños son monedas.

Los juguetes

Los juguetes o las piezas pequeñas de éstos, suelen ser candidatos a ser engullidos por los niños. Normalmente, los padres y madres son conscientes de que los juguetes diminutos pueden ser peligrosos, pero a veces, los más pequeños de la casa pueden echar mano de los muñecos de algún hermano mayor o alguna pieza de un juguete más grande.

Las joyas

Las joyas, como anillos, sortijas, pendientes o colgantes pequeños, entre otras, suelen ser un peligro para la salud de los niños, que muchas veces optan por investigarlos introduciéndoselos en la boca. Así, el 7% de los objetos que se tragan los niños son diferentes tipos de joya.

Las pilas

Es uno de los objetos que más se vienen tragando los niños, de hecho la cantidad viene aumentando en los últimos años. Además, suponen un peligro extra por su toxicidad, que puede dañar el estómago de los niños. Por ello, es importante acudir a un centro médico con rapidez.

Clavos y tornillos

Son otro de los objetos peligrosos que suelen ingerir los niños. Además del peligro de atragantamiento, un objeto punzante como éstos puede provocar lesiones en los órganos del niño, por lo que es recomendable acudir a un centro médico con urgencia.

Los globos

Quizá no sean los objetos que en más ocasiones se tragan los pequeños, pero en el mes de abril de 2019 un niño de cuatro años falleció ahogado en Olot al tragarse un globo que obstruyó sus vías respiratorias. Los médicos, que a pesar de que trataron de sustraer el objeto plástico y practicaron una traqueotomía, no lograron salvar la vida del niño, que llegó muy debilitado. Es por ello que debemos tener mucho cuidado con estos objetos que parecen tan infofensivos y que suelen estar en todas las fiestas de cumpleaños de los más pequeños.

Para evitar todos estos posibles malos tragos, sería recomendable seguir algunas pautas: Los objetos se deberían guardar en lugares seguros a los que no puedan acceder los niños. Además, a la hora de comprar los juguetes, debemos tener cuidado e informarnos de la edad recomendada. También es muy importante conocer qué hacer cuando ocurre algún suceso de este tipo y saber a quién y cómo pedir ayuda. Si el objeto que se ha tragado puede ser peligroso, lo mejor sería acudir a la menor brevedad posible a urgencias.