La aplicación de mensajería instantánea WhatsApp es el canal por el que más bulos sobre salud se difunden por la facilidad que implica su uso y la extensión del mismo.

Así lo creen el 50 por ciento de los participantes en el III encuentro de la Blogosfera sanitaria, cuyas conclusiones han servido para la elaboración de un documento de consenso, el Informe EHON '¿Cómo actuar frente al Dr. Google?', presentado este lunes y editado por '#SaludsinBulos'.

En su elaboración han participado más de 40 representantes de sociedades científicas, organizaciones de pacientes, colegios profesionales y asociaciones de periodistas, además de algunos líderes de opinión en redes sociales en salud.

"El 50 por ciento de los participantes consideran que la popular red de mensajería instantánea es el principal medio por el que se difunden los bulos de salud. La facilidad de su uso y su gran penetración en la población española, han hecho a WhatsApp una agente clave en la propagación de las 'fake news', ha indicado el coordinador de '#SaludsinBulos', Carlos Mateos.

El principal peligro de WhatsApp es que "la alerta nos llega a través de una fuente de confianza que la redifunde 'por si acaso'", ha agregado Mateos, que ha lamentado que en la red de mensajería "se propaga la desinformación de forma muy rápida y que en ésta no se puede actuar de manera masiva para informar con rigor".

Por su parte, Facebook y Twitter, con un 11,5 por ciento, y las páginas web, con un 7,7 por ciento, son los otros canales que se prestan más a la difusión de bulos de salud, según se desprende del documento.

El médico tiene que asesorar a los pacientes

En este contexto, el 88 por ciento de los asistentes a la jornada considera que los profesionales sanitarios han de asesorar a los pacientes sobre los contenidos web más fiables, mientras que el 92 por ciento sugiere que debería haber indicadores de fiabilidad del contenido de las páginas web de salud en los navegadores.

"El paciente que no obtiene en consulta la información que necesita la busca por su cuenta", ha zanjado la farmacéutica y embajadora de '#SaludsinBulos', Marián García.

"Decirle a un paciente que deje de mirar en Internet porque todo es falso no conseguirá disuadirle de las búsquedas en la mayoría de los casos. Lo único que conseguimos es dejarle solo ante el universo de la información y la desinformación 'on line'", ha agregado García.

No obstante, "el profesional no va a prescribir webs fiables si no las conoce", ha puntualizado la farmacéutica, por lo que ha aludido a la necesidad de que los sanitarios puedan formarse en este sentido. "Pueden sacar tiempo de su obligación de reciclarse y actualizarse", ha sugerido la experta. Al paciente también hay que educarle, y la formación "tiene que ser desde abajo, los niños en el colegio" ha explicado.

A juicio de la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar, la información sobre salud en Internet es un "reto" que "afecta mucho a los más débiles". "La accesibilidad es buena, pero es difícil para algunos pacientes tener criterio", ha especificado.

Es aquí cuando la relación médico-paciente a la hora de contrastar información cobra importancia. "Proteger y fomentar la relación de los profesionales sanitarios con los pacientes contribuye a que los pacientes tengamos un mayor criterio y conocimiento a la hora de analizar la información disponible sobre nuestra patología y cuidados de la salud", ha apuntado Escobar.

"Ayuda a los pacientes a preguntar sin miedos, a contrastar la información que hayan encontrado por redes sociales y mejorar sus búsquedas con orientación profesional sobre cómo y dónde encontrar las mejores fuentes que contribuyan a mejorar su salud", ha añadido la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.

En nombre de los pacientes, Escobar ha reivindicado "tiempo a los médicos, menos información técnica y más información adaptada y accesible". Ha hecho referencia también a la continuidad asistencial, "que los profesionales estén coordinados con la información que ofrecen y que sea siempre la misma persona la que atienda al paciente", ha reclamado Escobar.

Otras conclusiones

El Informe EHON también ha arrojado que recetar 'blogs' de pacientes expertos y páginas web fiables no levanta el mismo consenso que los contenidos web fiables. Sólo el 50 por ciento lo considera oportuno. "Es controvertido porque un paciente puede ser un apoyo emocional para otro, pero su experiencia con el tratamiento no puede servir como indicador", ha explicado Mateos.

Además, el 65 por ciento de los participantes en el encuentro también creen que los 'chatbots' ayudan a despejar dudas de salud a los pacientes y a combatir bulos. Por otra parte, el 65 por ciento opina que debería estar penalizada la difusión de consejos de salud que perjudiquen a los pacientes.