Has vuelto a trabajar y ves que tienes unos kilos de más que ganaste durante las vacaciones. Es algo normal. En los días libres tiendes a disfrutar más. Tu cuerpo se relaja, comes lo que te apetece y te mueves menos. Tres realidades que pueden hacer que cojas unos michelines poco recomendables. Pero tranquilo, todo tiene solución. ¿Qué hay que hacer para perder peso?

Evidentemente lo primero que tienes que hacer es cuidar lo que comes. Recuerda que siempre es más recomendable comer alimentos naturales que ultraprocesados. Pero también hay que fijarse en otras cosas: es importante también lo que bebes (en este artículo te contamos en su día bebidas 0 calorías muy recomendables). Además debes hacer ejercicio a diario (en este artículo tienes una tabla que puedes completar en sólo 28 minutos). Y, sobre todo ello, una última cosa: tienes que controlar "cómo" comes.

Y es que comer despacio es la clave tal y como resalta en uno de sus últimos post el nutricionista Joel Torres. "Se demuestra en la evidencia que comer despacio puede ser relevante tanto para la pérdida de grasa como para la salud en general". Las razones son varias.

Comer despacio ayuda a controlar mejor el apetito. "Después de comer se inhiben las hormonas de hambre (como la grelina) y se liberan hormonas saciantes (como PYY, GLP, CCK), ero este proceso suele suceder a los 15 o 30 minutos, por tanto reducir la velocidad de la ingesta puede ser muy útil cara a estar más saciados y disminuir la ingesta".

Pero no sólo es importante para adelgazar. También para mejorar bienestar. "Para la salud la masticación completa va a hacer que mejore la digestión (con ayuda de las enzimas linguales), se absorban adecuadamente los nutrientes y promueve la alimentación consciente, saborear sin distracciones el alimento, teniendo la mente puesta en comer", sentencia.

Pero aún hay más razones por las que deberías plantearte el tiempo que dedicas cada día a la comida. Hace unas semanas te contamos (en este artículo lo puedes repasar) las ventajas de dar un paseo de unos 15 minutos después del almuerzo y la cena. Este es, de hecho, el truco que utilizan muchos italianos para perder peso. Un pequeño esfuerzo que te impedirá tirarte en el sofá y mejorará tanto tu digestión como la energía con la que afrontas la tarde y los retos que tienes pendientes el resto del día.