La salmonelosis puede dar al traste con las ansiadas vacaciones de verano. La bacteria 'salmonella' contamina los alimentos mal conservados y provoca trastornos intestinales en quienes los ingieren. En concreto, comúnmente se manifiesta por enterocolitis aguda con la aparición repentina de cefalea, dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos.

El doctor Juan Mollar Maseres, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, explica que la salmonelosis es generalmente una enfermedad de origen alimentario. "La tasa más alta de incidencia se observa en los lactantes y en los niños de corta edad. La mayoría de los casos son esporádicos. Animales domésticos y silvestres, entre ellos aves de corral, ganado porcino y bovino, pueden ser portadores de la bacteria", indica el especialista.

Generalmente, la salmonella, se transmite por ingestión de los microorganismos en un alimento derivado de animales infectados, o contaminado por las heces de un animal, o por una persona que esté infectada. "Esto incluye huevos crudos o mal cocidos y sus derivados, leche cruda y sus derivados, agua contaminada, carne y sus derivados (aves de corral y productos avícolas). También se registran brotes de salmonelosis por el consumo de frutas y hortalizas crudas que se contaminaron al rebanarlas. Las epidemias a menudo se desencadenan por alimentos contaminados y se perpetúan mediante transmisión de persona a persona, por las manos del personal o instrumentos contaminados", alerta el doctor Mollar.

Consejos para prevenir la salmonella

- Lavarse las manos antes, durante y después de preparar los alimentos.

- Refrigerar los alimentos preparados en recipientes pequeños.

- Cocer completamente todos los alimentos de origen animal, en especial aves, carne de cerdo, productos hechos a base de huevo y platos preparados con carne.

- Educar al público para que no consuma huevos crudos o poco cocidos (como los huevos 'tiernos', fritos por un solo lado, o los que se usan en el ponche de huevo o los helados caseros. Tampoco utilizar huevos sucios o con el cascarón resquebrajado.

- Al preparar platos para los cuales necesiten juntarse muchos huevos antes de la cocción, conviene utilizar productos pasteurizados o irradiados, lo mismo que si el plato no va a someterse a cocción después de prepararlo.

- Excluir a las personas con diarrea de las tareas que entrañan la manipulación de alimentos y el cuidado de pacientes hospitalizados, ancianos y niños.

- Instruir a los portadores reconocidos sobre la necesidad de lavarse minuciosamente las manos después de defecar, y antes de manipular alimentos, y excluirlos de manipular los alimentos que consumirán otras personas durante todo el tiempo en que excreten microorganismos.

- Reconocer el riesgo de infecciones por 'salmonella' en las mascotas. Los polluelos, patitos y tortugas son particularmente peligrosos en este sentido para los niños de corta edad.