Médicos y científicos holandeses decidieron suspender, tras la muerte de once bebés, un estudio pionero sobre la administración de una versión genérica de sildenafilo a mujeres embarazadas para estimular el crecimiento de fetos con problemas. El sildenafilo se utilizar para combatir síntomas de la disfunción eréctil.

La empresa farmacéutica Pfizer, que desarrolla sildenafilo a través de la marca Viagra, ha resaltado que no estuvo involucrada "en ningún aspecto" de este ensayo.

Así, ha dicho que la empresa "no ha financiado ni proporcionado el producto para la prueba" y ha recalcado que los investigadores han confirmado "que se utilizó una versión genérica de sildenafilo no fabricada por Pfizer".

"Los Investigadores Principales del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam han confirmado que se utilizó una versión genérica de sildenafilo no fabricada por Pfizer y que ningún participante de los ensayos clínicos recibió Viagra, sildenafilo fabricado por Pfizer u otro medicamento de Pfizer", ha indicado la compañía en un comunicado, en el que destaca tambien que "la seguridad y eficacia de Viagra está robustamente documentada en los estudios clínicos que incluyen a más de 15.000 pacientes".

El UMC (centro médico académico) de Ámsterdam, que desarrolló esta investigación junto a 10 hospitales de todo el país, anunció el lunes 24 de julio que el estudio había sido paralizado a causa de la muerte de los bebés y que otros nacidos prematuramente desarrollaron una enfermedad pulmonar.

Los científicos creen que las propiedades vasodilatadoras de la versión genérica de sildenafilo empleada podrían ayudar a crear un mejor flujo sanguíneo hacia la placenta, y así "estimular el crecimiento de los fetos" cuyo desarrollo se haya retrasado en el útero de la madre, dijo el UMC en un comunicado.

El estudio comenzó en 2015 y se centró en mujeres cuyos fetos no se desarrollaban bien al principio del embarazo, según el centro de Ámsterdam. "El pronóstico para esos bebés era negativo y no se conocen otros tratamientos" posibles, añadió.

Entre las 93 mujeres que recibieron el genérico del sildenafilo, murieron 19 de sus bebés, 11 de ellos posiblemente a causa de una presión arterial elevada en los pulmones. Otros seis bebés también nacieron con una afección pulmonar que les impedía respirar normalmente, pero sobrevivieron.