La atención prestada a la salud psicológica en el contexto de la reproducción asistida ha ido aumentando progresivamente en los últimos diez años, gracias a la considerable evidencia científica sobre la importancia de los aspectos psicológicos y sociales para la salud reproductiva y para el bienestar general de los pacientes o usuarios. Hasta hace poco más de diez años la atención psicológica ni era necesaria ni suficiente, simplemente estaba ausente de la mayoría de servicios o clínicas de Reproducción Asistida (RA). La presencia de un psicólogo en los equipos de RA era un lujo al alcance de muy pocos centros privados o servicios.

Hoy en día, por el contrario, contamos con una mayor presencia de los psicólogos en los equipos de RA, sus funciones están más claras y delimitadas, y se han desarrollado recomendaciones profesionales específicas para la intervención psicológica en el contexto de la reproducción asistida (por ej., ASRM, ESHRE, o SEF). Sin embargo, la implementación o culminación real de esta intervención psicológica no es tan sencilla ni tan evidente, ya que requiere de recursos y actitudes que a veces no están al alcance ni de los centros ni de los profesionales, menos aun si son centros públicos, ni tampoco de los pacientes o usuarios, ya que puede suponer un coste añadido a los tratamientos. La atención psicológica en RA puede darse a tres niveles: el primero, el nivel clínico-sanitario, en casos muy concretos de salud mental; el segundo, el de la intervención psicosocial especializada y dirigida a dificultades específicas y concretas que puedan surgir durante el tratamiento, tanto a demanda de los profesionales del equipo como de los pacientes (estrés, problemas de pareja, preocupaciones y ansiedades concretas, malestar psicológico, etc.); y en tercer lugar, el acompañamiento psicológico, el más frecuente y con mayor aceptación tanto por parte de los pacientes que acuden a tratamiento como por parte de los profesionales médicos y especialistas de los equipos de reproducción asistida.

En general, el acompañamiento psicológico consiste en establecer una relación de ayuda profesional con el propósito de proporcionar asesoramiento, ayuda o apoyo profesional ante crisis vitales o circunstancias especiales de estrés como es el caso de algunos tratamientos o técnicas de reproducción asistida.