Los problemas de la función visual afectan a una gran parte de la población y la falta de diagnóstico o de tratamiento puede hacer que repercutan en el rendimiento escolar o laboral, afectando a la vida diaria, por ello, un último avance en la optometría apuesta por la gamificación y el 3D real para ofrecer un diagnóstico más preciso.

El potencial de la terapia convertida en juego se ha puesto a prueba en numerosos ámbitos, como el educativo o el sanitario. En este caso, se centra en los problemas visuales, y su punto fuerte radica en que "esta tecnología permite un análisis de la salud visual funcional mucho más profundo y objetivo y en tiempo real", como ha especificado el CEO de Davalor Salud, Juan José Marcos, quienes acaban de abrir un centro de investigación en Terrassa (Barcelona).

"Uno no mira ni ve igual cuando el escenario es plano, simple y estático que cuando es tridimensional, complejo dinámico y con situaciones divertidas, emocionantes que implican que el usuario tome decisiones", ha comentado Marcos.

La terapia visual puede presentarse como complemento al uso de las gafas, aunque también puede realizarse sin ellas, aunque acusa dos problemas: no todo el mundo sabe de su existencia, por lo que son pocos los centros que la ofrecen; y una carga importante de ejercicios extra para hacer en casa que no ofrecen resultados inmediatos.

"Realizar las mismas tareas (que no son divertidas ni ofrecen resultados inmediatos) durante 30 minutos al día, varios días a la semana, durante lo que pueden ser de dos a seis meses (dependiendo de la disfunción y del paciente), acaba por ser aburrido y aumenta el fracaso del tratamiento", ha explicado Marcos.

Las terapias tradiciones acusan un alto abandono, por tedio o por cansancio por parte del paciente, según ha comentado el responsable de Davalor Salud. Al convertir la terapia en juego, el paciente se involucra más, al tiempo que ofrece una experiencia lúdica y agradable.

Además, en este caso concreto, el sistema visual es estimulado en un contexto más realista y en tiempo real, "lo que permite optimizar la terapia visual y adaptarla al paciente de manera mucho más personalizada".

El 3D real

El sistema desarrollado por Davalor se sustenta en dos pilares, el videojuego y el 3D real. El entorno 3D real permite "simular mejor las condiciones de la vida cotidiana", como ha explicado Marcos. Esto se traduce en pruebas más precisas, pues con este sistema se puede evaluar la función visual "a diferentes distancias y en diferentes posiciones".

Por su parte, el videojuego "está diseñado siguiendo los patrones estandarizados de los optotipos actuales -tamaño, separación-luminancia, contraste, etc-", ha explicado Marcos. Además, ofrece la ventaja de que "el usuario se involucre más en la terapia y que su sistema visual sea estimulado en un contexto más realista", ha señalado el responsable de Davalor Salud.

En conjunto, lo que se ofrece al paciente es la posibilidad de ver un mundo virtual con verdadera profundidad, es decir, "diferentes objetos en el campo visual están a diferentes distancias perceptivas del usuario y la función visual del usuario es estimulada tanto en vergencia, como en acomodación", ha detallado Marcos.

Al final, el optometrista recibe un informe muy detallado sobre la función visual basado en 75 parámetros, así como un diagnóstico y recomendaciones personalizados de la terapia visual del paciente.

El uso de la tecnología y la visión

Sin embargo, esto no quiere decir que los videojuegos sean buenos para la vista per se. El mal uso de las pantallas puede repercutir de forma negativa en la salud visual. Observar durante mucho tiempo y a corta distancia una pantalla, como la del móvil, la tableta o el televisor, "puede provocar algunas disfunciones visuales que, aunque pasen desapercibidas, producen síntomas, como dolor de cabeza, picor y enrojecimiento de ojos, dificultad para enfocar", como ha explicado este experto. Desarrollar miopía es otro de los riesgos de un uso excesivo y forzado de la vista.

En este sentido, como ha matizado el responsable de Davalor, "perderás eficiencia visual y podrás sufrir síntomas desagradables, pero no te quedarás ciego". Es decir, parece que no se cumple del todo la frase "si te sientas demasiado cerca de la televisión, te quedarás ciego", un leve alivio que no debe eclipsar el cuidado de la vista.

Por su parte, los videojuegos también obligan al sistema visual a realizar un esfuerzo mayor, dado que habitualmente se juegan en pantallas planas sin profundidad. Esto se traduce en sequedad ocular, cansancio visual y exceso acomodativo.

No obstante, este medio de ocio también cuenta con ventajas, precisamente las que permiten incluirlos en las terapias visuales: se mejoran la comprensión visual rápida, los movimientos oculares de seguimiento y los sacádicos.

En el caso de los videojuegos, el 3D real ofrece el entorno ideal para jugar por largos períodos de tiempo sin que se acuse fatiga, "pero nos dedicamos a la mejora de la salud visual y nuestros videojuegos clínicos son intencionadamente cortos cuando realizamos exploraciones (cinco minutos) y exigen esfuerzo visual cuando realizamos terapias", ha explicado Marcos.