El niño de Olot (Girona) de seis años con difteria "sigue grave estable dentro de la gravedad" este viernes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde ingresó el pasado sábado tras confirmarse que sufría la enfermedad, algo que no pasaba en España desde 1987.

Según han explicado a Europa Press fuentes del centro, "de momento, todo sigue igual", a la espera de la respuesta del pequeño al tratamiento, una medicación antitoxinas que ha tenido que importarse de Rusia debido a que ningún país europeo contaba con reservas.

Paralelamente, personal de la Agencia de Salud Pública de Cataluña se ha desplazado a Olot para tomar muestras y tratar de detectar el origen del contagio, además de revisar el calendario de vacunación de las cerca de 150 personas que estuvieron en contacto con el pequeño, que no estaba vacunado por decisión de los padres.

El periodo de incubación de la difteria es de entre dos y siete días: el niño llegó el jueves a Urgencias del Hospital de Olot, aunque los síntomas habían empezado el 25 de mayo y no fue hasta el viernes que le hicieron pruebas específicas: los resultados confirmaron que estaba afectado por la bacteria de la difteria y el sábado fue trasladado al Vall d'Hebron.

El niño tuvo los primeros síntomas el pasado 23 de mayo, el día 28 se comunicó la sospecha de difteria y el día 29 se enviaron muestras al Centro Nacional de Microbiología, que confirmó al día siguiente que se trataba de un caso de difteria toxicogénica, es decir, que la bacteria actúa desprendiendo una toxina muy agresiva.

Hacía 32 años que no se daba un caso de difteria en Cataluña y 28 en España, gracias a las campañas de vacunación que han erradicado esta enfermedad.

Se transmite por secreciones

La difteria es una enfermedad infecciosa producida por el bacilo 'c. diphtheriae' que se manifiesta en la laringe y se transmite por las secreciones de la nariz, estornudos, sudor o lágrimas de las personas infectadas y afecta exclusivamente a humanos.

Cuando la bacteria de la difteria crece libera unas toxinas que van a la sangre y pueden provocar lesiones en el corazón, los riñones y el sistema nervioso y suele tener un pronóstico reservado hasta los 50 días después de haberse iniciado.

Los síntomas de la diftera son variables, pero frecuentemente produce dolor de garganta y secreción nasal, inflamación de los ganglios del cuello, malestar general y fiebre.

La vacuna contra la difteria se administra normalmente combinada con la del tétanos y la tos ferina, y el calendario de vacunaciones de Cataluña prevé la administración de seis dosis, las tres primeras a los dos, cuatro y seis meses de edad, otra a los 18 meses, y entre los cuatro y los seis años otra dosis de recuerdo y una final a los 16 años.