España es el país europeo con mayor esperanza de vida, pero cuenta con una prevalencia mayor que la media de la UE de muchos de los principales factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes, tabaquismo, obesidad y el sedentarismo.

Así lo han querido subrayar en un comunicado la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón con motivo de la conmemoración, este lunes, del Día Mundial del Corazón.

Según un informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la esperanza de vida de los españoles al nacer es de 82,5 años, mientras que la media europea está situada en 79,3. Este liderazgo se debe, entre otros motivos, a la paulatina reducción de la mortalidad por enfermedad cardiovascular, ya que España es el segundo país, por detrás de Francia, en fallecimientos por esta causa.

Un estudio publicado en Revista Española de Cardiología (REC) revela que cuatro de los seis años de vida ganados en los últimos treinta años se deben a un mejor tratamiento y prevención de la enfermedad cardiovascular.

Pero, aun así, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran un pequeño repunte de mortalidad cardiovascular en 2012.

Esta situación, junto con una prevalencia mayor que la media europea de muchos de los principales factores de riesgo cardiovascular (diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo), hace prever, para la fundación, un aumento de la incidencia y mortalidad por enfermedades del corazón en los próximos años si no se toman medidas al respecto.