Entre los fumadores adultos hospitalizados que quieren dejar de fumar, una intervención posterior al alta que incluya llamadas telefónicas automatizadas y medicamentos gratuitos genera mayores tasas de abandono del hábito de fumar a los seis meses después del alta que la estrategia estándar de utilizar medicamentos para dejar de fumar y asesoramiento, según un estudio que se publica este miércoles en 'JAMA'.

Para los millones de fumadores hospitalizados cada año, una estancia hospitalaria ofrece una buena oportunidad para dejar de fumar, porque en todos los hospitales está ahora prohibido fumar, lo que obliga a los pacientes a abstenerse temporalmente de consumir tabaco.

El gran desafío para los hospitales en cuanto a la atención basada en la evidencia es saber cómo mantener el tratamiento para el consumo de tabaco después del alta, según la información de respaldo del artículo. Nancy A. Rigotti, del Hospital General de Massachusetts, en Boston, Estados Unidos, y sus colegas asignaron al azar a un tratamiento mantenido en el tiempo o la atención estándar tras el alta hospitalaria a 397 fumadores habituales hospitalizados, con una edad media de 53 años, que querían dejar de fumar.

Los participantes en atención prolongada (n = 198) recibieron llamadas telefónicas de voz automatizadas interactivas y su medicación elegida para dejar de fumar gratis (cualquier tipo aprobado por la agencia estadounidense del medicamento --FDA, por sus siglas en inglés--) durante un máximo de 90 días, mientras los participantes que fueron atendidos con los cuidados estándar (n = 199) recibieron recomendaciones para la farmacoterapia tras el alta y asesoramiento.

Los investigadores encontraron que más participantes en el grupo de atención mantenida en el tiempo que en el grupo de terapia estándar alcanzaron el objetivo bioquímicamente confirmado pasados siete días de abstinencia del tabaco (usando muestras de saliva para medir un metabolito de la nicotina) a los seis meses de seguimiento (un 26 por ciento frente a un 15 por ciento, respectivamente).

La atención prolongada también dio lugar a mayores tasas de abstinencia continua de la que informaron los propios participantes a los seis meses después de recibir el alta hospitalaria (un 27 por ciento en comparación con el 16 por ciento de la terapia estándar).

"Este ensayo demostró la eficacia de un programa a largo plazo para promover el abandono del tabaco entre los fumadores de cigarrillos hospitalizados que expresaron su interés en el tratamiento para dejar el hábito tras el alta", destacan los autores.

Según estos expertos, esta intervención está dirigida a mantener el tratamiento para dejar el tabaco iniciado en el hospital. Tuvo éxito al mejorar el uso de asesoramiento y farmacoterapia por los fumadores tras el alta hospitalaria, incrementando en un 71 por ciento la proporción de pacientes bioquímicamente confirmados como no fumadores seis meses después del alta, que es una medida estándar a largo plazo para dejar de fumar.