Ya son muchos los afortunados que pueden disfrutar del buen tiempo en la playa. Sin reloj y sin necesidad de preocuparse por el tiempo. Para muchas de esas personas, quizá, la mayor preocupación sea ponerse crema para protegerse del sol y darse un chapuzón para sobrellevar el calor. Así, día tras día.

Sin embargo, bien es cierto que muchos no prestan demasiada atención a las posturas que uno coge cuando disfruta de la playa o se practica alguna actividad. De hecho, hay profesionales sanitarios que advierten de la importancia de estar atentos a este aspecto para luego no lamentar alguna molestia, especialmente muscular.

Pablo López, fisioterapeuta del hospital La Vega, aconseja tener en cuenta algunos aspectos ya que «el cuerpo humano está hecho para moverse, además el terreno arenoso en el que solemos acabar tumbados no ayuda por ser duro e irregular y podría ocasionarnos daño en la columna». Por ello, López aconseja que antes de instalar la toalla se allane la superficie con el pie o en el mejor de los casos lo acomodemos según la fisonomía de cada uno.

Por otro lado, también recomienda prestar atención a las cervicales llevando consigo una almohada o colchoneta para el cuello, en su defecto, incluso la ropa que usemos. «De esta manera la cabeza y cuello podrán descansar siempre en terreno mullido y conservar la alineación natural del cuerpo, evitando así la tortícolis o contracturas en las cervicales».

Según López otro aspecto muy importante a tener en cuenta es cuando los ´playistas´ están boca abajo porque «es la postura menos recomendada para estar en la playa». Advierte que es habitual girar la cabeza hacia un lado pudiendo hacernos daño en las vértebras cervicales. «Por esto es importante que realicemos un orificio en la tierra o con cualquier prenda de ropa para colocar el rostro de manera que la columna quede recta».

Para evitar males mayores, uno de los consejos es no perder la noción del tiempo, algo que en ocasiones cuesta cuando uno está disfrutando de las vacaciones. Y es que aconseja ir cambiando de posición al menos cada dos horas ya que los tiempos prolongados en la misma postura provocan molestias.

De esta manera, se puede evitar que uno vuelva de sus vacaciones con más dolores de los que se tenían antes de comenzarlas.