Vestir de blanco no te garantiza sentir menos calor en verano, y si eres amante del negro, puedes seguir usándolo en plena ola de calor. Analizamos los matices del consejo sobre tonalidades que ya está creando debate.

El color blanco refleja el calor y el negro lo absorbe: ¿eso cómo me afecta?

La teoría parece fácil: el color negro absorbe todas las radiaciones del espectro visible que le llegan, mientras que el blanco las refleja. Esto se hace extrapolable, en parte, a las radiaciones infrarrojas, que son las que transmiten el calor del solo que nos llega por el aire.

Sin embargo, puede interesarnos usar una prenda negra para que absorba nuestro calor corporal, en lugar de reflejarlo de vuelta a nosotros, como explica Arturo Quirantes, profesor de Física de la Universidad de Granada y autor de un blog de divulgación científica, llamado El profe de Física. Eso va a depender de la temperatura de nuestro cuerpo y de la temperatura ambiental (no la confundas con la sensación térmica).

Los materiales y la holgura de las prendas son decisivos

Pero hay mucho más. Las telas como el algodón y el lino son transpirables y perfectas para el verano, mientras que los tejidos sintéticos y ceñidos no se puede decir que ayuden con el mecanismo corporal para disipar calor gracias al sudor porque no transpiran.

La lana es otra materia prima natural, como el algodón y el lino, que tiene propiedades diferentes, por algo la usamos para abrigarnos.

Volviendo al sudor corporal, el cuerpo suda para que el agua tome calor de nuestro cuerpo para pasar al estado gaseoso y, así, reducir la temperatura corporal. La facilidad o no con la que circula el aire entre nuestra ropa y el cuerpo tienen mucha importancia en la eficacia de ese proceso, por no hablar de las veces en las que el aire se encuentra por debajo de nuestra temperatura corporal.

La conclusión es que puedes vestir colores oscuros en verano si te gusta o se te apetece, atendiendo a que sean de fibras como algodón o lino, y, preferentemente, con prendas holgadas. Te vas a sentir más fresco que con una prenda blanca confeccionada con materiales sintéticos y adherida al cuerpo.