Ángel Schlesser (Santander, 1957), galardonado este lunes con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2022, asegura que mantuvo durante toda su carrera su estética de líneas depuradas, que le hicieron reconocible internacionalmente, porque "no sabía hacer otra cosa".

El jurado que le ha concedido el galardón ha destacado la trayectoria artística y emprendedora de un creador español "que consolidó una determinada estética hasta hacerla reconocible internacionalmente, de líneas puras e innovadoras".

Fue en los años 80 cuando Schlesser comenzó a hacer ropa de mujer, según ha explicado en una entrevista con Efe tras conocer que ha sido premiado con este galardón que concede anualmente el Ministerio de Cultura y Deporte, dotado con 30.000 euros.

"Hacía hombre en ese momento, en los años 80, y las americanas eran grandes y desestructuradas", recuerda, y algunas mujeres le pedían que diseñara faldas para esas chaquetas. "Pero dije, 'No; si voy a hacer ropa para mujer, voy a hacer ropa para mujer'".

Y lo hizo: "En esa época tenía un concepto bastante depurado sobre la línea y empecé a hacer lo contrario de lo que se hacía en el momento. Afortunadamente, creo que de alguna forma acerté".

La línea depurada ha sido su seña de identidad hasta que se retiró en 2016, porque, asegura entre risas, "no sabía hacer otra cosa".

El diseñador se ha mostrado encantado de haber recibido este premio y algo "sorprendido", porque se alejó del mundo de la moda hace seis años. Por eso está muy agradecido "de que alguien todavía se acuerde" de que una vez estuvo allí.

Schlesser ha considerado muy halagador que digan que su estética fue reconocible en el ámbito internacional: "Francamente, para un diseñador de cualquier segmento o sector es halagador que digan que tiene una personalidad reconocible: es para lo que hay que trabajar".

El jurado también ha recalcado que "su obra describe una atención hacia mujeres profesionales y contemporáneas, que supone un ejemplo para las jóvenes generaciones de diseñadores".

Sobre esta influencia en las nuevas generaciones de diseñadores, considera que tuvo "la suerte inmensa" de tener ayudantes durante toda su trayectoria mucho más jóvenes que él "que han sido grandes de la moda". Pero reconoce que, en cuanto a los "nuevos, nuevos valores", está "un pelín al margen" y no los conoce del todo.

Porque en 2016, Schlesser decidió vender la mayor parte de la marca a Óscar Areces y, en la actualidad, este cántabro vive alejado de la moda y centrado en el diseño, el arte y el interiorismo al frente de Galería A.

En el arte continúa con sus líneas depuradas, algo que supone que ocurre porque "el criterio no se cambia". Y como sinónimo de la depuración, se sigue considerando "poco amigo de lo superfluo".