Seamos honestos, a todos nos da mucha rabia cuando, después de comprarnos unas zapatillas blancas nuevas y al poco se ensucian. Las zapatillas blancas son ideales para combinar con todo, pero se ensucian con una gran facilidad y, muchas veces, al limpiarlas, no quedan impolutas, lo que hace que las manchas se noten aún mas. Te dejamos algunos trucos para dejar tus zapatillas blancas como nuevas.

Antes de nada debes quitar los cordones y las plantillas de las zapatillas, dejando solo la tela de la zapatilla, para que así sea más fácil de limpiar.

Para limpiar los cordones hay que ponerlos a remojo durante unos minutos. Si en ese caso no se van las manchas se puede añadir dos tazas de agua y cuatro de vinagre blanco y otras tantas de bicarbonato de sodio para, posteriormente, dejarlas en agua durante media hora.

Cuidado con las manchas

De primeras hay que humedecer las zapatillas con agua fría. Es por esto por lo que se hace un prelavado con el que se quitan las manchas amarillas o de suciedad, eliminando la suciedad más superficial. Si se quiere hacer de una forma más eficaz puedes echar vinagre blanco, bicarbonato sódico o jabón de Marsella.

Bicarbonato de sodio y vinagre blanco

Para hacer esta mezcla debes agregar un cuarto de una taza de bicarbonato de sodio y dos tazas de vinagre blanco. De manera instantánea se creará una espuma blanca. Cuando esta se haya reducido frota la mezcla con un cepillo de ropa o de dientes. Tras esto, deja un cuarto o 20 minutos que repose. Y recuerda, no limpies tus zapatillas con cucharas metálicas u objetos del mismo material, puesto que el vinagre reacciona mal con este material.

Jabón de Marsella

Si las zapatillas están muy sucias o este truco no ha funcionado, puedes optar por el jabón de Marsella. En este caso, únicamente hay que humedecer un poco la zapatilla y frotarlas con jabón. Primero debes hacerlo con las más duras para, una vez limpiadas, acabar con una limpieza a mano o meterlas en la lavadora.

Si tus zapatillas no están muy sucias, puedes sustituir el vinagre por jabón de Marsella. Para ello, solo tienes que humedecer la tela de la zapatilla y frotar con jabón de Marsella. Después de tratar las manchas más duras, tienes dos opciones: continuar con el lavado a mano o finalizar su lavado en la lavadora.

El cepillo de dientes es tu mejor aliado

Otro truco clásico a la par que eficaz. Coge tu cepillo de dientes viejo y úsalo para limpiar las zapatillas con alguna de las mezclas anteriores. Presta especial atención a las zonas más sucias y el interior, además de, por supuesto, la suela. Después debes de enjugarlas en agua muy fría. Cuidado porque antes debes de haber quitado todos los restos de detergente. Para secarlas, déjalas en el exterior con la lengüeta hacia afuera.

La lavadora también es una opción

Si no tienes mucho tiempo e igualmente quieres dejar tus zapatillas blancas como nuevas, siempre queda la opción de meterlas en la lavadora. Para ello, utiliza tu detergente convencional, agua fría y un ciclo de lavado corto. No es lo más recomendable meterlas con el resto de la ropa, aunque, si no tienes otra opción puedes hacerlo.

Eso sí, para secarlas no uses la secadora. Otro pequeño truco es que, cuando metas las zapatillas y los cordones en la lavadora, lo hagas dentro de una bolsa de lavado con cremallera, para evitar así que los cordones se salgan.