Si antes de la pandemia las novias solían invertir unos dos mil euros en el vestido para el "sí quiero", ahora, en las bodas de la época covid, muchas jóvenes apuestan por diseños muy económicos y otras, concienciadas con el medio ambiente, prefieren alquilarlo o utilizar creaciones de segunda mano.

Según un informe de realizado por el portal Bodas.net a principios de este año, de media las novias españolas invirtieron 1.750 euros generalmente en modelos 'prêt-à-porter', "pero ahora muchas mujeres, al mismo tiempo que reducen las invitaciones por tema de aforo, también minimizan la inversión en el modelo nupcial", ha explicado este miércoles la experta en comunicación Pepa Fernández.

A raíz de esta demanda, Zara, empresa del grupo Inditex, acaba de lanzar una colección cápsula con dos vestidos, uno por 129,90 euros y otro por 79,95 euros. Diseños nupciales de inspiración lencera, en seda Mulberry color marfil con detalles de blonda, escote en uve, espalda ligeramente descubierta y un favorecedor drapeado que emula una mínima cola en la falda. Aprovechando el tirón de los diseños 'low cost', también ha creado una colección de lencería muy sensual que además incluye camisones, batas, pijamas y diademas de flores.

A pesar de que hay firmas con línea nupcial económica, muchas novias celebran su boda con un vestido alquilado como hizo Carrie Symonds, esposa del presidentes del Reino Unido, Boris Johnson. Symonds se decantó por un modelo diseñado en exclusiva por Christos Costarellos para Net-a-Porter, una creación de aire mediterráneo y romántico que alquiló por unos 50 euros.

Pronovias, marca de moda nupcial de lujo líder en el mundo, ha lanzado en todo el mundo #MyDressxHerFuture. Una campaña que tiene como objetivo recaudar fondos para mujeres jóvenes vulnerables de todo el planeta mediante la reventa de vestidos de novia de segunda mano, lo que también causa un impacto positivo en cuanto a sostenibilidad, pues ofrece una segunda o tercera vida a los vestidos de novia.

Los portales y tiendas de internet se han convertido en un elemento más del mercado nupcial y firmas de moda presentan sus catálogos con descuentos de hasta un setenta por ciento.

La vida se paró en marzo de 2020 y el negocio de las bodas ha sido uno de los más afectados por la pandemia por lo que los diseñadores de vestidos de novias se han visto obligados a reinventarse para superar la crisis, como Alma Aguilar, que propone piezas un únicas de costura y cuenta con una colección en su taller.

 Pero no todos están muy de acuerdo con la tendencia 'low cost¡ en el vestido nupcial; Saray Ceca, directora de la plataforma Bridal House, cree, al contrario, que las novias prefieren "invertir en un vestidazo, dado que muchas han tenido que posponer o acortar la lista de  invitados".