Cuando se iba a cumplir un mes de la boda entre Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, la hija de Carolina de Mónaco ha vuelto a revalidar su amor, esta vez en una ceremonia íntima y religiosa celebrada en Francia.

Totalmente por sorpresa, Carlota se ha vestido de blanco con un impresionante vestido de novia para entrar por la abadía de Saint-Marie de Pierredon, en la comuna francesa de Saint-Rémy de Provence. El lugar donde Carolina fijó su residencia tras la muerte del padre de Carlota.

La fiesta posterior ha tenido lugar en la residencia que tiene Carolina muy cerca de la abadía. Aunque se ha tratado de una celebración de lo más íntima no han faltado miembros de la familia Grimaldi como Pauline Ducruet.

Si en su primera boda con Dimitri, Carlota apostó por un traje de chaqueta de Yves Saint Laurent, que luego cambió por un vestido blanco de fiesta de Chanel, en esta ocasión ha apostado por un tradicional vestido de novia, tal y como se ha podido comprobar en las fotos oficiales. Se trata de un vestido de cortes románticos y bohemios, con volantes y escote bardot, acompañado de un velo hasta la espalda.

Dimitri también ha apostado por el blanco con un impecable traje a juego de su mujer.

De lo más románticos se muestran en las imágenes oficiales, en las que se demuestra que sellar su amor ante los ojos de Dios es sólo el principio de su historia.