En plena primavera y a la espera de que llegue el verano, podemos ir pensando en guardar la ropa de invierno que ya no nos pondremos durante unos cuantos meses y que sólo sirve, ahora mismo, para abultar, desordenar y hacer más difícil el hecho encontrar lo que realmente usaremos en este época.

No es una tarea agradable y requiere de tiempo. Aquí te explicamos algunos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de organizar esa ropa y de ordenar de nuevo el armario ya que, en ocasiones, ocurre que nunca conseguimos dejarlo tal como nos lo imaginábamos.

Sacarlo todo fuera

Aunque da cierta pereza porque requiere tiempo, lo primero que debemos hacer es sacarlo todo fuera y colocarlo encima de la cama, tal como aconseja Alicia Iglesias, blogera experta en orden y limpieza. Una vez hecho, será más difícil verlo todo junto y, con ello, deshacernos de lo que ya no quieres. Primero tira o aparta para donar aquello que que ya no vayas a usar nunca. Después, piensa en lo que no usarás con la llegada del buen tiempo y calcula cuánto espacio ocupa.

En este momento, es recomendable que aproveches también para realizar una limpieza del armario. No te llevará mucho tiempo y es aconsejable porque acumula polvo. Seguidamente, si quieres, pueden añadir bolsitas de flores secas o pastillas de jabón que ayudarán a un mejor olor de tu ropa.Meterlo en cajas

Las cajas 'skubbs' son lo más recomendable para almacenar esta ropa que no usarás durante una buena temporada. Lo primero a tener en cuenta es meter la ropa de manera que el mismo tipo de prenda esté junto. Así, si en un momento dado te hace falta algo concreto, sabrás de dónde sacarlo más rápidamente y sin desordenar todo. Una vez hecho, etiqueta la caja para saber siempre lo que contiene. Estas cajas se pueden meter debajo de la cama o en los altillos de los armarios.

Antes de meter la ropa en la caja, es aconsejable lavarla. Así evitamos que se deteriore y se acumulen malos olores que se extiendan a otras prendas limpias. Planchar no es necesario, pues tendrás que volver a hacerlo cuando vuelvas a sacarla meses después.

Zapatos y bolsos

No tengas los zapatos desperdigados por la casa. Elige un lugar (un zapatero es lo ideal) y tenlos juntos, pero no unos encima de otros. Antes, tira o dona todos los que tengas claro que no vas a ponerte más.

En el caso de los bolsos, como recomienda Alicia Iglesias, es aconsejable tenerlos en una balda si es posible, un lugar accesible para dejar y coger cualquiera de manera rápida. Colócalos siempre de pie, no amontonados ni colgados en percheros porque se acaban estropeando.

Mantas

Tanto para las mantas como para las sábanas de invierno, lo más aconsejable es meterlo en fundas, para que no cojan polvo después de haberlas lavado. Esta ropa debes guardarla en sitios secos y frescos, ya que el calor y la humedad facilita la aparición de polillas e insectos. Si el armario tiene rendijas es aún mejor, para que entre ventilación.

Ordenar la ropa de verano

Piensa que cada cosa necesita su espacio, por lo que, si puedes, ten cajones con separadores.

Con el armario vacío aún, debes pensar qué huecos utilizarás para cada tipo de prenda, creando secciones claras para evitar las mezclas.

Además, debes intentar doblar siempre en vertical, ya que concentra el espacio. La ropa colgada debes colocarla por tamaño, de menor a mayor, para que debajo de las prendas que menos abultan se aproveche el espacio y puedas meter alguna cosa más. La ropa tienes que ordenarla también por su estilo y color, lo que también ayudará después a encontrar lo que buscas, señala Alicia Iglesias.

Para dar una sensación de mayor orden, las perchas deben ser iguales (preferiblemente las de madera) y debemos poner la ropa en la misma dirección, con los ganchos mirando hacia el interior, con lo que se evita que se caiga. Además, no pongamos más de dos prendas en la misma percha.