En los últimos años el aceite de argán se ha convertido en un imprescindible de todas aquellas (y aquellos) que quieran mantener la piel, las uñas y la melena bien cuidadas. El auge de este cosmético se debe en parte a la publicidad que las ´celebrities´ e ´influencers´ han hecho de él. Pero no es para menos.

El aceite de argán, también conocido como el oro líquido de Marruecos, se extrae de los frutos del Argania spinosa. Tiene múltiples propiedades: es regenerador, hidratante y no es comedogénico (no obstruye los poros), por lo que está indicado para todo tipo de pieles.

Pero si para la piel el aceite de argán es un producto casi milagroso, para el cabello es aún mejor ya que tiene un alto contenido en ácidos grasos esenciales que ayudan a recuperar la salud de nuestra melena.

Estos son algunos de los beneficios del aceite de argána:

  • Hidratan y suavizan el cabello en profundidad.
  • Está demostrado que el aceite de argán acelera el crecimiento.
  • Bloquea la humedad, aumenta y restaura el brillo.
  • Detiene la rugosidad y el rizado del pelo, volviéndolo más manejable.
  • Refuerza las raíces y revitaliza el cuero cabelludo
  • Penetra en los poros y mejora la elasticidad
  • Repara las puntas abiertas

Pero para poder disfrutar de los múltiples beneficios del aceite de argán es necesario aprender a aplicarlo correctamente. Y es que un error muy habitual, y que provoca que el pelo se quede demasiado graso, es utilizar más de la cuenta.

¿Cómo cuidar el pelo con el aceite de argán?

Comienza vertiendo sólo unas gotas de aceite de argán en tus manos. Frótalas y extiéndelo bien sobre el cabello, masajeándolo bien desde la raíz hasta las puntas. Si tienes mucha cantidad puedes ir haciéndolo mechón a mechón para que todo quede impregnado. Puedes utilizar un cepillo para distribuirlo todo de manera uniforme.

Si en este momento masajeas bien el cuero cabelludo podrás reducir su sequedad y descamación, a la vez que alivias el picor.

Una vez que el aceite de argán esté bien aplicado en el pelo, envuelve la cabeza con una toalla humedecida en agua caliente y déjalo actuar entre 25 y 30 minutos.

Después sólo tendrás que lavar el pelo con tu champú habitual para aliviar los excesos de grasa y secarlo suavemente para poder presumir de pelazo.