Sentirse guapa para sentirse mejor es la filosofía de los talleres de maquillaje que se imparten en 18 hospitales públicos españoles, para que las mujeres con cáncer recuperen su autoestima, mejoren "su estado de ánimo" y retomen las riendas de su vida.

Aunque no es coqueta y no le ha costado raparse el pelo, Mercedes, una vallisoletana de 34 años, ha acudido con su hermana al taller que se ha desarrollado en el Clínico de Valladolid porque entiende que el estado de ánimo es fundamental para superar la enfermedad.

En septiembre pasado se le detectó un bulto en una mama, que tras la correspondiente biopsia se confirmó que era cancerígeno, y ahora tiene por delante seis meses de quimioterapia antes de ser operada, refiere a los medios de comunicación.

No es coqueta, repite, y ha llegado a este taller de la mano de su hermana, que nació el mismo año que ella y a la que tras conocer que tenía cáncer animó a hacerse un análisis.

El análisis detectó a su hermana otro nódulo de cáncer de mama y hoy están sentadas frente a otras mujeres, algo más de media docena, de distintas edades y con diferentes tumores, para volver "a tomar las riendas de su vida", con esas rutinas generales que les hacen sentir que "empiezan a controlar de nuevo", refiere Pilar Cairó desde la Fundación Stanpa, promotora de este programa financiado por 28 empresas de la industria cosmética y que es gratuito.

Además de tratar la enfermedad hay que abordar el aspecto emocional, y es ahí donde este sencillo taller, ideado para que mujeres con cáncer recuperen la confianza en sí mismas, se revela como un "beneficio terapéutico", según el responsable de la Asociación Española Contra el Cáncer de Valladolid, Javier Arroyo, entidad que coordina y supervisa la iniciativa junto a la gerencia del hospital vallisoletano.

"Ponte guapa, te sentirás mejor" lleva en los hospitales del mundo desde hace 25 años y en los españoles desde el 23 de octubre del 2012.

Desde entonces y hasta junio de 2014 han pasado por estos talleres en torno a 1.180 mujeres españolas, 197 de ellas en el hospital Río Hortega de Valladolid y otras veinte en el primero de los talleres realizados en el Clínico.

"Es una idea feliz" la de dar algo más que el mero tratamiento de quimioterapia, que suele tener efectos secundarios en la piel y el pelo, con la pérdida incluso de las cejas y las pestañas, reflexiona Arroyo.

Es un tratamiento que va "más allá de la piel", que intenta llegar a la mujer para "hacerla sentir mejor", para recuperar su identidad y su propia imagen", tratar "no sólo el cáncer sino sus consecuencias es importante", sostiene el presidente de la AECC en Valladolid.

Las manos limpias como punto de partida antes de comenzar a limpiarse la cara, transmiten las esteticistas profesionales Peña, Arancha y María José, que invitan a que en las dos horas que dura el taller no hablen de nada más que de cosmética.

Después de la limpieza la piel se tonifica, hidrata y protege del sol, y finalmente es el turno del maquillaje, con los últimos trucos y técnicas.

El pequeño espejo que tienen delante de ellas les devuelve una renovada y vital imagen en "esa valentía digna de todo elogio" de afrontar su nueva situación, concluye Arroyo.