Teresa Helbig impuso hoy criterio y buen gusto en la segunda jornada de la pasarela madrileña con una colección que al primer golpe de vista parece sencilla, pero en sus costuras se descubre talento, minuciosidad y mucha alma.

En las piezas de Teresa Helbig hay un denominador común, un algo especial que hace que siempre gusten. Quizá sea la exquisitez de los tejidos, la sencillez de las líneas o las numerosas horas de trabajo que se esconden detrás de cada pieza.

Y, ese algo especial se ha vuelto a ver en el desfile de hoy, en el que Helbig traza un itinerario de sensaciones a través de la paleta cromática, las texturas y los infinitos detalles que cuajan sus prendas.

La diseñadora sale de su zona de confort, el vestido corto, y muestra su saber hacer en importantes vestido largos, inspirados en las obras de Goya, Velázquez, Tiziano o El Greco. "La moda es efímera, quería hacer piezas que permanezcan en el tiempo, que seduzcan, que apasionen", ha contado.

De esas obras de arte, Helbig rescata regios tejidos que "no pasan de moda, que proyectan modernidad, diversión y un poco de vanidad".

Una vez más, tras un periodo de investigación, primero confecciona sus propias telas para después coser las prendas. Y así, esta exigente y minuciosa diseñadora moldea el cuerpo de la mujer con vestidos con tiras de terciopelo, cuero o cintas de angora. "Me gustan como han quedado las prendas de piel con bordados de azabache".

La colección de Helbig, que tiene mucha costura, muchos detalles y mucho corazón, se divide en dos partes, una más teatral en amarilla y verde y otra más liviana y fresca, en blanco con apuntes rosas.

Esta diseñadora, que cuenta con un "showroom" en Los Ángeles (Estados Unidos), está trabajando en el vestuario para el Ballet Nacional de España (BNE). "He cumplido uno de mis sueños, pero nunca me imaginaba que podía combinar el flamenco con el jazz", dijo entre risas.

Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo, alma(s) máter The 2nd Skin Co, una firma cuyo germen nació una mañana de 2006 cuando ambos coincidieron trabajando en el taller de Ángel Schlesser, debutan en la pasarela MBFWM con una bonita colección, adornada con plumas de marabú.

Para el próximo otoño-invierno 2015-2016, el dúo creativo se declina por un tono rosa empolvado y un azul profundo para confeccionar prendas de noche para lucir sobre alfombras rojas. "También hemos traído prendas para el día, aunque nuestro día es muy especial", puntualiza Burillo.

Vestidas de princesas Disney

Como si se hubieran sumergido en el vestuario de una princesa de Disney, estos diseñadores visten a la mujer con sudaderas realzadas con encaje, vestidos cuajados de lentejuelas y abrigos de corte ultra femenino.

Mientras que sus patrones respiran elegancia clásica, los volúmenes en las mangas y las siluetas transparentes juegan a favor de una belleza de carácter rebelde. "Trabajamos con la intención de vender en el exterior, pero sin perder nuestra esencia, somos fieles a nosotros mismos, a nuestro sello", expresa Burillo.

Hannibal Laguna subió a la tarima su colección "Lights of Spain" ("Luces de España"), una reconexión con la España más flamenca que se ha apreciado, especialmente, en unos bordados preciosistas y delicados, inspirados en los mantones de Manila.

"Hacía tiempo que mis clientes en el extranjero me pedían una colección inspirada en España, aunque mi propuesta no encaja con la visión que ellos tienen de este país, sino con mis propias experiencias, más exentas de tópicos", explicó el venezolano.

Mangas con sutiles encajes, vestidos con dosis de transparencias bien administradas, pocos volantes "para huir de clichés" y una paleta que toca los tonos dorados, negros, rosas y salmones, la colección de vestidos de fiesta de Hannibal Laguna demuestra una vez más su pasión por la mujer femenina y elegante.

Etxeberría, diseñador encargado de cerrar la segunda jornada de este edición, propone un colección con patrones muy clásicos y paños de primera calidad.

Prendas confortables y calientes, con las que Roberto López Etxeberría vuelve a rendir tributo a sus raíces, a su tierra. Junto a los paños de raya diplomática, se ven piezas de napa y pelo de cabra. "En esta ocasión, no he incluido pieles exóticas como el cocodrilo o la avestruz".

Tras triunfar en la pasarela madrileña, Etxeberría desembarcará por segunda vez en Nueva York, donde son muy deseados sus pantalones bombachos de piel de cocodrilo. Este vasco con alma de trotamundos, dará mucho que hablar en el universo de la moda. Promete.

Por la mañana, la mujer Duyos abanderó la libertad para vestir como le da la gana, la de Roberto Verino más que gastar, invirtió en ropa y la de Andrés Sarda hizo magia para compaginar su vida laboral y familiar sin renunciar a su momento social.