Si ellos hablaran

Historia del primer animal abandonado

Historia del primer animal abandonado

Historia del primer animal abandonado

Raúl Mérida

España es una potencia en cuanto abandono de animales. Sin embargo, no solo de ese triste récord puede avergonzarse, también está a la cola en la lucha contra el tráfico ilegal de especies y las especies invasoras. 

Aunque saber qué animal fue el primero que se abandonó en el mundo no es fácil, en principio, sabemos que no debió ser un perro ni un gato. Entre otras cosas, porque aquellos primeros humanos que compartieron su existencia con ellos los necesitaban para sobrevivir.

En mi opinión, los primeros animales abandonados debieron ser los puercoespines africanos. La razón es sencilla.

Verán, los antiguos legionarios romanos comenzaron la conquista de África allá por el año 146 antes de Cristo. En aquella época, tras realizar sus misiones volvían siempre a Roma para recuperarse. Sin embargo, no lo hacían solos. Muchos se traían como souvenir animales, principalmente, puercoespines africanos

En realidad, este tipo de práctica era muy habitual. Ya Alejandro Magno, por ejemplo, durante sus conquistas capturaba numerosas especies animales que luego traía a Europa. De hecho, se cree que ese fue el germen de los primeros zoológicos.

El caso es que esos puercoespines que traían los soldados, tras llegar a Roma, paulatinamente se les escapaban o iban siendo abandonados. Lo que está claro es que, de una forma o de otra, todos esos animales llegaron al medio natural y se instalaron en él con bastante éxito. Por eso, actualmente, el puercoespín africano vive en libertad en África y en Italia.

No es extraño que estos animales lograran sobrevivir y reproducirse en estado salvaje a tantos kilómetros de su lugar de origen. Para ello contaban y cuentan con un tamaño algo superior al de un gato, una gran fortaleza y la inexistencia de enemigos naturales que pudieran acercarse a ellos. Además, como se puede apreciar a simple vista, tienen el cuerpo rodeado de una especie de escudo formado por largas y duras púas que, cuando se sienten estresados, y lo sé porque he sido atravesado por ellas, son capaces de lanzarlas como si fueran auténticas flechas.

Hoy en día, por supuesto, Italia tiene programas para prevenir la presencia de especies invasoras, como en su día fueron los puercoespines. España, prácticamente, no. Gran error. La prevención es la única herramienta para evitarlas. Esperar a que se instalen en nuestro entorno, es condenar a morir a muchos animales autóctonos.