Especialistas en amor. Ese era el cartel que colgaba de una céntrica tienda ubicada en una ciudad perdida. Un turista que visitaba la misma, al ver tan llamativo anuncio, no pudo resistirse y entró a preguntar por tan preciado género.

-¿Es cierto que ustedes venden amor?- Le pregunto al encargado de la misma.

-Por supuesto, es nuestra especialidad, señor. Ofrecemos todos los tipos posibles. Tenemos ‘el amor clásico’, con sus virtudes y sus defectos. Disponemos de ‘el amor a medias’, que nunca sabes si existe o no, desgraciadamente, cada vez más de moda. También le puedo mostrar una gran variedad del ‘amor hacia uno mismo’, que, como puede imaginarse, sigue siendo el más demandado. Y, por último, nos quedan algunas existencias del ‘amor puro y verdadero’. ¿En cuál de todos ellos estaría usted interesado?

El hombre, tras pensarlo, le contestó: «Si puedo elegir, me gustaría el amor puro y verdadero. Al fin y al cabo, debe ser el más duradero de todos ellos».

-En efecto pero, ¿está usted seguro? -le contestó el vendedor-, piense que es un amor sin límite alguno. Lo sentiría hacia las plantas, animales y personas, incluso hacia aquellas que alguna vez le hicieron daño. Si lo adquiere, no volverá a sentir rencor ni odio hacia nadie ¿Cree que podrá soportarlo?

El hombre asintió convencido con la cabeza.

-En ese caso, permítame leerle las instrucciones que acompañan a este tipo de amor.

Importante: El amor es un sentimiento que nos hace mejores pero, en su estado puro, provoca algunas transformaciones: Primero, no soportará el peso de tanto amor y, poco a poco, su espalda se irá doblando hasta que, de nuevo, se vea obligado a caminar a gatas, como cuando era un niño; segundo, su corazón crecerá y su cuerpo se transformará para poder dar cabida al mismo; tercero, se olvidará de hablar. Es mejor así, haciéndolo a menudo se hace daño y usted ya no puede causárselo a nadie. Y, así, un día, cuando vaya a decir algo, sólo podrá ladrar. Para entonces, se habrá convertido en un perro. No podemos asegurarle si será de raza o, incluso, si habrá sido abandonado. Eso depende de la suerte. Lo que es seguro es que, a partir de ese momento, siempre será fiel, leal, cariñoso y sentirá un profundo amor, puro y verdadero, hacia todos los que siempre le rodeen.