Qué haría si encontrara a un animal herido o atropellado que necesitara ayuda es una pregunta importante: ¿pararía para auxiliarle o, por el contrario, aceleraría con la intención de alejarse de allí a toda prisa?

Seguramente, todos al leer estas simples preguntas habrán contestado que, por supuesto, detendrían inmediatamente su vehículo y bajarían a ayudarle pero, si no les importa, antes de responder, contesten otra cosa. No me digan lo que harían, sino lo que han hecho. ¿Cómo han reaccionado hasta ahora cuando se han encontrado ante una situación de ese tipo? ¿Han detenido su vehículo al ver a un animal atropellado o han seguido su camino pensando que quizá solo haya sido imaginación suya y el animal no necesitaba ayuda?

Un día, serían las ocho de la mañana, conducía tranquilamente por una carretera nacional. De pronto, vi un vehículo parado junto al arcén. Me extrañó. No pasaban coches y vi angustiado al chico que conducía el mismo. Hacía aspavientos con los brazos y se tapaba los ojos con las manos. A su lado, había un perro tumbado que parecía atropellado. Paré mi coche al lado del suyo y me acerqué a ayudarle.

En el suelo puede ver al animal. Estaba ensangrentado y moribundo. Lo tapé con una toalla y pedí ayuda por teléfono. Le pregunté ¿qué había ocurrido?

Me dijo que no lo sabía, que lo había visto al pasar y no había podido seguir sin comprobar si el animal necesitaba ayuda. «Tengo muy mala suerte. Ayer vi a otro perro igual -me contó-, no sé qué hacer, no es normal que yo me lo encuentre todo. ¿Es que nadie más mira?». Le consolé como pude y le dije que sí y que no. Que sí es normal que se los encuentre porque son muchos los animales abandonados que acaban atropellados. Y que no, que no es que él se lo encuentre todo, es que él mira y ve pero mucha gente, aunque mira, en realidad, solo ve lo que quiere ver.