Es un hecho. Muchos delfines mueren en las orillas de las playas cuando acaban en las mismas. No es una casualidad. El varamiento de estos animales se produce por diferentes causas y para poder ayudarles lo primero es conocerlas.

A priori, dos son las principales razones. La primera y menos habitual es porque se desorientan. Hace años, se habló incluso de que la tecnología 5G podía estar alterando su sentido de ecolocalización y, como consecuencia de ello, su varamiento. A día de hoy, nada al respecto se ha podido probar. Lo único cierto es que, a veces, aparecen delfines cerca de zonas de puerto y playa desorientados y que, en esos casos, son los técnicos los que deben guiarles suavemente hasta que alcancen zonas de más profundidad en el mar para que, así, puedan volver a aquellas áreas en las que viven.

La otra razón que provoca dichos varamientos, por desgracia, sí es mucho más frecuente. Se da cuando los delfines, por su estado físico, son incapaces de abandonar la orilla. Unas veces esta situación se produce porque presentan laceraciones en su cuerpo provocadas por las hélices de los barcos, las redes abandonadas o los aparejos de pesca. En esos casos, un rápido tratamiento de sus heridas por los profesionales resulta clave para su curación. Otras veces, por el contrario, se produce por las enfermedades y virus que padece el animal y que le debilitan hasta tal punto, que no es capaz de vencer la fuerza de las corrientes que, una y otra vez, le llevan hasta la orilla.

En ambos casos, es fundamental contar con personal preparado que pueda llegar al lugar de actuación en el mínimo tiempo posible. Por eso hay que felicitar a los Bomberos de la Diputación de Alicante, porque tras plantearles personalmente el problema y pedirles ayuda para esos delfines, han sido los primeros en dar un paso al frente. Ahora, tras ser formados magníficamente bien en el parque Mundomar de Benidorm, podrán por primera vez en su historia auxiliar a aquellos delfines que aparezcan varados en la costa. Sin duda un gran paso en la protección de estos animales. Mi agradecimiento infinito a su presidente, D. Carlos Mazón, por haberlo hecho posible.