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La DGT avisa: si llevas a tu perro mal atado en el coche, puede caerte una buena multa

La sanción, si bien es cierto que no es motivo de pérdida de puntos, si acarrea una multa económica

Si necesitas llevar a tu perro o a la mascota de cualquier familiar o amigo en el coche, seguro que te has preguntado cuál es la forma correcta de transportarlo. A priori, el cinturón de seguridad parece la opción más lógica, pero desde la Dirección General de Tráfico señalan que este es uno de los errores más habituales: atar a nuestro perro con el cinturón no solo no es seguro para él y para el resto de pasajeros del vehículo, sino que puede hacer que nos pongan una multa considerable.

Por supuesto, hay que desechar por completo la ocurrencia de llevar a tu mascota suelta sin ningún tipo de sujeción, tal y como explican desde la DGT, "un perro suelto dentro del coche saldrá disparado en caso de accidente. Esto supone un peligro tanto para su vida como para los pasajeros.

La Guardia Civil también clasifica la eficacia de los distintos sistemas de retención, siendo el animal suelto "el peor escenario posible" ya que "el animal saldrá lanzado contra el reposacabezas del conductor si hubiera un accidente" y ambos "sufrirían lesiones muy graves, incluso mortales".

A partir de ahí, señalan en una escala de menor a mayor seguridad el arnés con un solo enganche, el arnés con dos enganches, el transportín sujeto con el cinturón de seguridad, el transportín colocado en el suelo del vehículo, el transportín en el maletero y la rejilla divisoria. Este último, como el sistema más seguro para transportar a tu perro si se combina con la rejilla divisoria.

La multa de la DGT

Si bien es cierto que la DGT no tiene dentro de su código de regulación del transporte una norma que en específico regule el transporte de mascotas, si hay un artículo que señala cuáles son las obligaciones del conductor.

Y es que, en el punto 18.1 se asegura que el conductor está obligado a "mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".

Y es que, si bien es cierto que su incumplimiento no acarrea la pérdida de puntos en el carnet de conducir, pueden ponerte una multa de 80 euros si el animal va suelto y de entre 200 y 500 euros si este se encuentra en el asiento del conductor.

La clave de esta normativa se encuentra en su ambigüedad. Esto ha provocado que muchos conductores sean multados si su mascota no está sujeta con elementos homólogos. Y es que, con el cinturón no basta, ya que no tiene el mismo efecto que en la persona y el animal va con holgura en el asiento, pudiéndose desplazar y mover.

Cómo llevar a los perros

Por ende, hay que buscar un sistema de sujeción y retención adaptado al tamaño y el peso del animal. La DGT recomienda usar un trasportín y que la mascota vaya en el suelo en la parte trasera del coche, para que así los golpes les cause el menor efecto posible y maximizando la posibilidad de que, en caso de accidente, únicamente sufra heridas leves. Para ampliar la seguridad, se puede poner una rejilla que divida la parte delantera de la trasera del coche, evitando que así el animal salga despedido o le salten cristales u objetos.