La oruga procesionaria es un insecto muy pequeño y, aparentemente inofensivo. Sin embargo, en muchas ocasiones las apariencias engañan y este es uno de esos casos, ya que este animal es muy peligroso para tu perro. Te explicamos por qué y qué daños puede causarle.

¿Qué es la oruga procesionaria?

La oruga procesionaria del pino es una mariposa nocturna y es ligeramente más grandes que las de roble. Están muy extendidas hasta el punto de que son una plaga en muchos bosques de pinares de España, concretamente en la zona mediterránea, lo que obliga a tener mucho cuidado cuando pasees a tu perro por estas zonas.

¿Por qué son un riesgo para nuestro perro?

El problema que las orugas procesionarias representan para nuestro perro es que que están cubiertas por más de medio millón de pelos llamados urticantes, que provocan irritación y reacciones alérgicas en los animales que los tocan. Además, si el insecto se siente en peligro, puede lanzar dichos pelos hasta unos 200 metros de distancia. Además, el efecto de la toxina que contienen puede mantenerse hasta durante un año.

Hay que tener cuidado con nuestro perro cuando está en el bosque.

Tu perro debe evitar el contacto a toda costa con los nidos de estas orugas, los cuales son de color blanco y se encuentran en las ramas de los pinos.

Síntomas

Estos son los síntomas que manifiesta tu perro si le pica una procesionaria de pino:

  • Si ha entrado en contacto con los pelos, sobre todo en las zonas donde tu perro tiene poco pelaje, como la cabeza, puede causar inflamaciones que normalmente se originan en el hocico y se extienden a otras partes del cuerpo. También puede derivar en fiebre, daños en la mucosa y fatiga.
  • Si la zona que ha entrado en contacto son los ojos, puede causar conjuntivitis.
  • Si ha inhalado los pelos, estos pueden derivar en reacciones alérgicas de tipo respiratorio.
  • Por el contrario, si se ha tragado tu perro algunos pelos, esto puede dar origen a problemas digestivos, véase vómitos.