El perro es el mejor amigo del hombre. Cuando convives con uno de ellos, es imposible no tenerles que cariño y que no se conviertan en una parte fundamental de tu día a día. Esto, sumado a lo cariñosos que son, hace que muchas veces les demostremos nuestro cariño de diferentes formas. Una de ellas es darle abrazos, sin embargo, un estudio ha revelado que esto no debemos hacerlo. Te explicamos por qué.

¿Por qué no debemos abrazar a los perros?

El estudio lo ha realizado la Universidad de British Columbia (Canadá). Dicho análisis ha consistido en que diversos expertos han observado 250 fotos de perros siendo abrazados y, a partir de ahí, extraer conclusiones de su estado de ánimo.

De hecho, el 81,6% de los perros analizados mostraba al menos un signo de incomodidad, mientras que el 7,6% estaba visiblemente relajado y cómodo. Respecto al 10,8% restante, no se pudo determinar su estado anímico.

En el estudio, la gran mayoría de perros se mostraban incómodos cuando se les abrazaba.

La conclusión que se saca es que a la gran mayoría no les gusta que les abracen, por muy acostumbrados que estén. Para ello, señala dicho estudio, debemos ser capaces de reconocer los signos de malestar de nuestro perro.

Cómo sabemos que no le gustan los abrazos

Y es que, los mencionados signos no dejan de ser expresiones que tiene un perro cuando le abrazamos y que muchas veces no nos damos cuenta. Las más frecuentes, según el análisis, es romper el contacto visual, bajar las orejas o las cejas o incluso mirar hacia abajo. Si llega a bostezar es un síntoma claro de que se siente estresado.

De hecho, puede darse el caso de que le moleste tanto el abrazo que se ponga agresivo. Esto suele ocurrir cuando se hace de forma muy fuerte y duradera, llegando por enfado incluso a morder, siendo esto una reacción meramente instintiva.

Existen otras formas mediante las cuales los perros manifiestan que no les gusta que se les abrace. Por ejemplo, cuando ven que vas a hacerlo levantan las patas delanteras, gruñen o enseñan los dientes. Pueden incluso dar un pequeño e inofensivo mordisco a modo de aviso.