La fiebre es un problema de salud que no solo afecta a los humanos con relativa frecuencia, también a los perros. La temperatura corporal habitual de un perro se sitúa entre los 37,5 y los 39 grados, por lo que, si se superan los 39, el animal tendrá fiebre. Ante esta situación surge la duda de cómo podemos identificar si nuestro perro tiene fiebre y cómo tratarlo. Te lo resolvemos.

¿Cómo saber si un perro tiene fiebre?

La fiebre es un indicador para saber que algo no está yendo bien el organismo de nuestra mascota, por lo que resulta necesario identificar el problema y actuar lo antes posible para poder solucionarlo y que la situación no tenga mayores consecuencias.

¿Qué causa la fiebre?

Las causas por las que un perro puede tener fiebre son muchas y muy variadas aunque, por lo general, se produce cuando su sistema inmunitario quiere protegerse de un peligro como puede ser un virus.

También puede estar causado por un fallo en su organismo, por lo que una buena opción es llevarlo al veterinario para que lo examine.

La temperatura corporal de los perros debe oscilar entre los 37,5 y los 39 grados.

También puede tener su origen en un golpe de calor, haber tomado algún alimento que le resulte tóxico o incluso una reacción a una vacuna.

Síntomas de la fiebre en los perros

Son muchos los perros que no muestran síntomas, mientras que otros pueden tener temblores e incluso vomitar. Estos son los síntomas más comunes:

  • Nariz seca y caliente
  • Comportamiento apático y decaído
  • Más sueño del habitual
  • Poco o ningún apetito

Cómo tomarle la temperatura

Para tomarle la temperatura a un perro lo mejor es usar un termómetro rectal. Hay que medirla cuando esté en reposo y debe lubricarse la zona con vaselina para facilitar su introducción. Después se aparta la cola hacia un lado y se introduce el termómetro por la zona unos 1,5 o 2,5 centímetros mientras una persona sujeta al perro. Tras un tiempo de entre uno y dos minutos el termómetro pitará, por lo que ya se podrá retirar.

¿Qué hacer si tiene fiebre?

Si la temperatura se sitúa entre los 39 y los 41 grados debes llevarlo al veterinario. Sin embargo, si sobrepasa los 41 grados, tienes que llevar al perro a una urgencia veterinaria para que le hagan un análisis detallado sobre qué le origina esta temperatura corporal tan alto.

De manera provisional, puedes humedecer el abdomen, las axilas y las ingles, lo que serviría para que le baje la temperatura unos minutos. No hay ningún medicamento para que le baje la fiebre, y nunca le des ni ibuprofeno ni paracetamol.