No me gustan estas fiestas porque, inevitablemente, me llenan de nostalgia, de recuerdos de personas que ya no están y de épocas pasadas que ya no volverán. Me ponen muy triste y he observado que mi perro parece sentir lo mismo. ¿Puede que para él también estén llenas de recuerdos?

Es mucho más sencillo o, quizás, mucho más complicado que eso. Los perros son capaces de sentir lo que nosotros sentimos. Poseen esa sensibilidad o esa magia. Eso, entre otras muchas cosas, lo logran porque comparten con nosotros cinco estados mentales. El primero sería el de la cordura y la pérdida de razón. El segundo, el de las fobias. El tercero, los trastornos obsesivos compulsivos. El cuarto, el estrés postraumático y, finalmente, el quinto sería el de la tristeza. Sí, en efecto, los perros pueden estar tristes. Por eso, cuando la persona con la que viven, su única familia, el timón de sus vidas, enferma o entristece, ellos se apagan y sienten ese estado como propio. Debes animarte por ti y, ahora ya lo sabes, también por él. Las navidades pasarán pero, afortunadamente, vosotros seguiréis siempre juntos.