CAZA FURTIVA: las mafias asiáticas han continuado apretando. 5 millones de pangolines, 5 de burros, 25 de caballitos de mar, treinta mil elefantes, mil buitres y otros tantos tigres, rinocerontes, búfalos y tiburones, entre otros muchos animales, han muerto este año a través de la caza furtiva. La atribución ficticia de numerosos poderes curativos a algunas de las partes de su cuerpo y la inacción de las autoridades son las causantes principales de su muerte.

ENVENENAMIENTOS: según las cifras oficiales, 20.000 animales salvajes son envenenados cada año en España. Sin embargo, el número de animales envenenados es mucho más alto. La propia naturaleza se encarga de ocultar y destruir los cadáveres de muchos otros animales que, también envenenados, nadie jamás encuentra. Lo peor es que, en muchos casos, estos sirven de alimento para otros animales permitiendo que el veneno, al pasar de unos a otros, continúe con su poder destructivo.

ESPECIES INVASORAS: se calcula que más de doscientas especies invasoras viven ya libremente en los parajes naturales de España. Mapaches, tortugas, cotorras, cangrejos y muchos otros animales procedentes de países lejanos luchan por sobrevivir en un medio que, aunque al principio les es hostil, consiguen conquistar aniquilando a otras muchas especies autóctonas.

DESIDIA Y OLVIDO: perros que viven en balcones, denuncias de malos tratos y muchos otros casos relacionados con la tenencia de los animales siguen cayendo en saco roto. Las continuas denuncias no salen adelante en una administración cuyos tiempos de actuación siguen sin ser acordes a la realidad que viven muchos animales en nuestro país. Uno de los mejores ejemplos es el de esos 52 burros que el gobierno valenciano llevó a un paraje natural como Brigada Antiincendios. Diez de ellos tuvieron que fallecer de hambre y parásitos y el resto presentar un estado de extrema delgadez para que paralizaran el proyecto y reconocieran los errores cometidos.

ABANDONO DE ANIMALES: el abandono ha vuelto a repuntar este año. Pese a que durante los meses más duros de pandemia y confinamiento las cifras bajaron, en cuanto se recuperó la normalidad y la movilidad el número de animales abandonados volvió a subir. Miles de perros y gatos han vuelto a recibir durante el año que termina un adiós en forma de abandono. España necesita tomar medidas urgentes ya contra esta insoportable lacra que nos machaca. Mañana será tarde y no se podrá hacer absolutamente nada.