Los seres humanos y los perros tienen en común un vínculo muy especial que se ha construido durante años de compañía. De hecho, para mucha gente los perros son las únicas mascotas con las que el ser humano puede entenderse, sobre todo en días de soledad y tristeza. Además, jugar con tu perro o mascota tiene, en muchas ocasiones muy importante poder sanador. Por eso, te dejamos los cinco mejores ejercicios para entrenar la mente de tu perro y así poder estimularlo.

Consideraciones previas

Y es que los perros aportan una gran cantidad de bondades, pero nosotros debemos devolverle ese cariño y cuidarlos adecuadamente. Entre estos cuidados se encuentra, mantenerlos limpios, alimentarlos y procurar que estén en buena forma física. Es importante cumplir con los paseos diarios para que así pueda desfogarse y socializarse con otros perros, sin olvidar nunca su entrenamiento mental.

Porque los perros necesitan estar mentalmente activos y estimulados para que así sean felices. Además, estos ejercicios son muy divertidos para ellos. Estos son cinco de ellos.

Búsqueda del tesoro

Es uno de los más populares pero, al mismo tiempo útil. Buscar el tesoro es una buena forma de entrenar su olfato para que detecte algo que no está viendo. Para hacerlo, hay que enseñarle uno de sus juguetes favoritos o alguna galleta o premio comestible que le guste. Después, esconderemos el objeto en una habitación mientras la mascota está fuera. Una vez ocultada le dejaremos entrar y, cuando encuentre el "tesoro", se le dará un premio.

Puedes utilizar el juguete favorito de tu mascota. Shutterstock

¿Dónde está mi amigo?

Otra de las formas de entrenar la mente de los perros es hacer que nos busque a nosotros mismos. Para ello, el perro tiene que obedecernos, aunque sea mínimamente, de lo contrario, se podría empezar a enseñarle órdenes básicas.

Le tenemos que pedir que se siente y se quede quieto. Mientras tenemos que escondernos y, cuando estemos preparados le llamaremos para que así escuche de donde viene el sonido. Si no nos localiza podemos darle más vistas, por ejemplo haciendo ruido con objetos cercanos.

Para realizar este juego, es recomendable la participación de algún familiar o amigo que no pierda de vista al animal, por si se siente solo o se va en otra dirección. Un jardín cerrado o un parque alejado de las carreteras pueden ser buenos escenarios donde practicarlo.

Sortear obstáculos

Además de trabajar la capacidad mental de nuestro perro, también se mejora la capacidad física con este juego. Hay que guiar a la mascota por una serie de obstáculos que compliquen su paso para que busque la mejor forma de esquivarlos. Tenemos que mezclar pruebas de salto con otras de agacharse o hacer zig zag. Es importante cuidarse de que no haga ninguna imprudencia, por ejemplo, haciéndole saltar desde una gran altura.

Puedes utilizar conos para entrenar a tu perro. ShutterStock

El trilero

El sentido del olfato es el más desarrollado en un perro. Lo utilizan para prácticamente todo y es una fuente inagotable de información. Con el objetivo de que la mascota lo potencie y al mismo tiempo se divierta, podemos jugar con él al trilero. Para ello hay que coger tres recipientes opacos iguales y en el interior meterle su golosina favorita. Le enseñaremos dónde metemos la recompensa pero, acto seguido, mezclaremos los recipientes a gran velocidad para que el perro no sepa dónde está y tire de olfato para resolverlo.

Nuevas órdenes

prender nuevas órdenes servirá de entrenamiento mental a tu mascota. Shutterstock

Nunca es tarde para seguir aprendiendo y, de hecho, es muy saludable. Una manera sencilla y muy práctica de entrenar el cerebro del perro es la de enseñarle nuevas órdenes y premiar sus aciertos con masajes y obsequios comestibles. Así, podemos enseñarle a dar la patita, a tumbarse de diferentes formas o a hacerse el muerto, entre muchas otras cosas más. Es importante realizarlo de una forma entretenida y siempre alabando su buen trabajo, más que riñendo sus errores. Cuando percibamos que el perro está cansado y no mantiene la concentración, será el momento de dejar que se divierta con otros juegos o explorando.