El rey emérito cazó durante su vida a muchos animales hasta que él mismo fue cazado por sus propios escándalos. Desde entonces permanece en una isla de Abu Dabi. Sin embargo, algunas fuentes aseguran su próxima presencia en una cacería que, en noviembre, se celebrará en Ciudad Real.

Mucho le costó escarmentar y pronunciar su famosa disculpa al que fuera nuestro rey cuando fue pillado ‘in fraganti’ por una mala caída. En realidad, antes de que se arrepintiera de la caza del elefante del 2012 surgieron muchos otros escándalos que quedaron enterrados por la fuerza de la monarquía o, simplemente, porque la mentalidad de entonces era diferente a la actual.

Para empezar, en Polonia, en 2004, el rey emérito abatió a uno de los últimos bisontes vivos que quedaban en Europa. Se calcula que pago 10.000 euros por ello.

Más tarde, en octubre de ese mismo año, la agencia Abies Hunting le organizó un viaje para matar osos en los Cárpatos. Durante su estancia en Rumania acabó con la vida de cinco.

Meses después, en enero del 2005, llego en avión privado a Austria. Allí, en Graz, participó en otra nueva cacería. Al año siguiente, en el 2006, abatió en Rusia a otro oso de un zoo local.

La lista continúa con muchos otros casos, unos más conocidos que otros, hasta llegar al famoso elefante de Botsuana que, pese a que en África está prohibida su caza desde el 2010 salvo que pagues cantidades astronómicas, abatió de siete tiros con su rifle Express Rigby del calibre 470, valorado en más de cincuenta mil euros.

Desde entonces, y gracias a su famosa frase, «lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir», los españoles, que no olvidan sus importantes contribuciones a la paz del Estado y a la llegada de la democracia, descansaron más tranquilos y los animales, también. Sin embargo, estos días de nuevo surge el rumor de su visita a España para participar en una cacería y todo se enturbia. Esperemos que no sea cierto, en caso contrario, mal servicio haría a su hijo y la monarquía.

En cualquier caso, y sin contar la pesca, cada año son cazados en España 25 millones de animales. Una solemne burrada, con perdón de los burros, que a diario demuestran muchísimo más raciocinio que muchos seres humanos.