Hay perros que son muy activos y nerviosos a la hora de sacarlos a pasear. Esto hace que, cuando hay que darles un paseo, lo que debería de ser un momento calmado y para relajarse, se convierte en todo lo contrario. Y es que, una de las dudas más comunes cuando se tiene perro es cómo hacer para que no tiren de la correa. A continuación te dejamos algunos trucos.

Imposible disfrutar

Y es que, ir de paseo con tu perro mientras él va tirando constantemente de la correa, resulta de todo menos calmado. Además, esto también afecta su bienestar mental y físico de la mascota. Por otro lado, enseñarle a no tirar de la cuerda tendrá repercusiones positivas para el animal, ya que es una forma para que vaya aprendiendo paulatinamente normas de conducta.

Consejos

Lo primero que hay que saber es que tirar de la cuerda es un impulso natural de los perros. Es por esto por lo que, antes de nada, hay que comprender que se está luchando contra algo casi instintivo. Por ello, hay que entender que cuando un perro está contento o excitado, sus impulsos le piden correr y, por ende, tirar de la correa. No hay que tomarlo como un mal comportamiento, hay que enseñarle despacio y con tiempo lo que se quiere y espera de él. Es por esto por lo que hay que corregirlo.

Un buen consejo es una buena opción jugar con él antes. Esto hará para que, una vez toque salir de paseo, esté menos ansioso y no tire de la correa. En el momento de ponérsela, si empieza a ladrar y saltar hay que quedarse quieto e intentar calmarlo. También hay que quedarse en silencio. Tiene que entender que hay que, si quiere salir, se debe de quedar quieto.

¿Cómo hacer que mi perro no tire de la correa?

Cuando ya estéis en la calle, hay diferentes métodos para calmar al perro y controlarlo. Lo más recomendable es enseñarle a base de premios. Es por esto por lo que hay que llevar golosinas o chucherías para dárselas cada 3 o 4 pasos si camina junto a ti. Con esto se logra que la atención del perro se centre en ti y no en el entorno. Es importante también felicitarlo y acariciarlo.

Cuando lleve varios días portándose bien hay que espaciar las golosinas y cambiarlas por palabras o gestos de cariño.

Si el perro ha aprendido órdenes básicas es que, cada vez que se adelante y empiece a tirar de la correa, pararse de repente y obligarlo a sentarse. Cuando se tranquilice, vuelve a andar. Esto hay que repetirlo si se vuelve a adelantar.

Si el paseo va bien y de repente empieza a tirar, una opción es darle un tirón brusco pero corto y decirle "no". Cuando vuelva a quedarse junto a ti debes felicitarlo y seguir. Con ello se consigue que el perro aprenda a que, una vez se le tira debe pararse, por lo que, si se tira de la correa, tardará más en llegar a donde quería. Es mucho más eficaz dar tirones cortos que largos.

No permitas que tire de la correa unas veces sí y otras no, la disciplina es muy importante. Si das la orden para que tu perro ande sin tirar de la correa (“despacio”), no puedes dejarle tirar de la correa cuando quiera ir a saludar a otro perro o hacer sus necesidades en un sitio concreto. Si no, aprenderá que para ir a estos sitios interesantes debe tirar de la correa. Puedes dejarle saludar a otro perro o persona, o ir a cualquier lugar, pero solo si no tira de la correa.